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El Banco Central hizo debutar este lunes el nuevo esquema de política monetaria, en el que ya no tendrá en su balance pases pasivos que generen intereses, sin cambios en la tasa de interés, que este lunes fue sostenida en 40% nominal anual. Un detalle impositivo del traspaso de manos de la deuda desde el BCRA hacia el Tesoro implicará, de manera automática, una mejora posible de algunos puntos en el interés que pagan los bancos por los plazos fijos.
Se trata, este último, de un efecto que consideran esperable en la autoridad monetaria por la puesta en marcha del nuevo plan y que conllevaría que los plazos fijos mejoren la remuneración que ofrecen a los ahorristas. Eso sucederá porque las nuevas letras fiscales no pagarán el impuesto a los Ingresos Brutos –principalmente en Ciudad de Buenos Aires que es donde tienen sede la gran mayoría de los bancos– y, por lo tanto, la tasa de interés podría ser así más elevada.
La tasa mejoraría, por ese detalle tributario, unos 3 puntos porcentuales, según midió la consultora 1816. Otra discusión aparte es si la tasa de referencia de política monetaria será o no incrementada en un contexto de volatilidad cambiaria en las últimas semanas, de expectativa del Gobierno de que la inflación perfore el 4% mensual por el refuerzo del ajuste monetario.
Por lo pronto, este lunes el BCRA dejó sin cambios la tasa en 40% nominal anual, lo que representa un 3,3% mensual, lejos aún de la inflación general que fue 4,6% en junio y que el propio Central espera en 3,7% para este mes. Actualmente, los bancos pagan entre 31 y 35% de tasa para los plazos fijos en los bancos comerciales más importantes del sistema financiero
“Es de esperar que en las licitaciones de LeFi, las tasas tiendan a aumentar, dado que la cantidad de dinero ahora quedará fijada (o esa parece ser la nueva regla)”, planteó un informe de Invecq. Desde el Banco Central evitaron en los últimos días dar pistas sobre si sobrevendrá un reajuste en las tasas.
Fuente: Infobae