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“La negociación terminó, se arreglaron las cuestiones económicas y sólo falta saber cuándo Pablo firmará su vínculo, ya que se encuentra en plena competencia en Chile”, manifestó Leonardo Cauteruchi, su colaborador, el hombre que se sentó ayer junto con Bernardo Romeo, el manager del Ciclón, para terminar de redondear los números del contrato. La extensión del mismo será de 18 meses (contemplará dos torneos: el campeonato de 30 equipos del primer semestre del 2016, y el anual que arrancaría a mediados del próximo año).

“Pablo se encontró con gente muy cálida en San Lorenzo. Le gustó mucho la relación que se forjó en la primera charla”, expresó Cauteruchi en diálogo con Aire Cuervo (AM 970), y haciendo mención al meeting que el propio Guede había mantenido junto con Romeo, Matías Lammens y Marcelo Tinelli (presidente y vicepresidente 1º) el martes pasado. Convocado por la gente del CASLA, el entrenador viajó desde Chile y, frente a frente, expuso cuáles son sus formas de trabajar, apuntó detalles de su proyecto y hasta demostró tener un gran conocimiento de varias categorías del Ciclón, desde Primera hasta las Inferiores. Un primer encuentro que sirvió para sellar su vínculo deportivo: sólo restaba ponerle números a ese contrato. Algo que terminó de concretarse ayer por la tarde, pasadas las 19, en la sede que el club posee en Avenida de Mayo al 1.300, en pleno centro porteño. “Nuestra primera impresión fue positiva. Nos gustó su proyecto. Sólo faltaba resolver lo económico”, contó Romeo.

De esta manera, el entrenador de 41 años, nacido en Caballito, casado, con tres hijos, un profesional con profunda preparación tanto en lo futbolístico como en otras áreas (estudió merchandising, administración y sociología en alto rendimiento), el hombre cuyo lema es “hacer mucho para ganar y poco por no perder”, heredará el buzo de Edgardo Bauza. Se sumará a San Lorenzo cuando Palestino, su actual equipo, finalice su participación en el torneo chileno, donde marcha cuarto y con chances de descontar puntos al líder (ver aparte). En Boedo hincharán por él, observarán su estilo, estudiarán sus formas. Sí, ya se Guede decir: llegó Pablo.

Fuente: Olé