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Graves incidentes violentos durante el partido que enfrentó a Gimnasia y Esgrima La Plata y Boca Juniors, que tuvo que ser suspendido a los nueve minutos y que obligó a la Policía a intervenir con gases lacrimógenos y balas de goma.
El árbitro Hernán Mastrángelo decidió suspender el encuentro tras una espera de unos 45 minutos: «Salimos muy rápido del terreno de juego, los que se acercaron al vestuario estaban muy afectados en los ojos. La situación no fue grata para nadie. En mi experiencia es la primera vez que me sucede algo similar, nos genera mucha tristeza a todos, hay que pensar en las familias, en la gente que la pasó mal. No tiene que pasar más en un estadio de fútbol, porque es un evento deportivo».
El diario ‘Olé’ informa que «los humos que dejaban los gases lacrimógenos con los que la policía reprimió disturbios afuera y en parte dentro de la cancha impidieron seguir jugando el partido».
«Mi hijo de dos años y seis meses no podía respirar. Una desesperación total, estamos preocupados por la gente. Es una locura, íbamos a jugar un partido de fútbol y lo convirtieron en esto. Hubo familiares nuestros que casi se mueren», explicó Leonardo Morales, futbolista de Gimnasia de La Plata.
Fuente: MARCA