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Desde Nueva York- El presidente Javier Milei visitó la Bolsa de Nueva York en ocasión de su viaje para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La New York Stock Exchange decidió invitarlo, entre todos los participantes, para honrar la cumbre del organismo internacional que se celebra a pocas cuadras de la sede de Wall Street. Antes de subir al balcón en el que tradicionalmente empresarios, inversores y otras figuras prominentes dan el puntapié inicial para el inicio de los negocios del día, Milei dio un discurso frente a inversores e invitados. Minutos después, lideró el tradicional toque de campana de apertura de la sesión bursátil.
Junto a Milei subieron al balcón que gobierna el piso de operaciones la canciller Diana Mondino, Karina Milei, la ministra de seguridad Patricia Bullrich, la Presidenta de la Bolsa Stacey Cunningham, el ministro de Economía Luis Caputo, el embajador de la Argentina en los Estados unidos Gerardo Wertheim y el asesor presidencial Demian Reidel.
A las 9:30 exactas de Nueva York, a los gritos -se escuchó “Vamos Argentina”, aunque el balcón no tiene micrófonos- Milei hizo sonar la campana y empezó la rueda neoyorquina.
Antes, durante su discurso en un auditorio de la Bolsa, las palabras de Milei en Wall Street siguieron el libreto habitual de, primero, describir la herencia con un Banco Central quebrado, riesgo de una hiperinflación, déficits gemelos, fuertes vencimientos de deuda por venir y el acuerdo con el FMI caído. En esa línea, detalló las reformas que encaró con el ministro de Economía Luis Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y el secretario de Finanzas Pablo Quirno. Y volvió a remarcar que la disciplina fiscal es su principal activo.
También puso el foco sobre el reciente veto del intento opositor por imponer una nueva fórmula de movilidad jubilatoria a través del Congreso. Y pasó a celebrar los avances en materia de combate a la inflación.
“Radicalizamos el corte de la emisión monetaria. Y ahora la inflación mayorista es del 2,1% mensual”, festejó. “Por eso Caputo va a ser recordado como el mejor ministro de economía de la historia (…) Vamos a domar la inflación, eso está en marcha”, agregó.
Más tarde, se refirió a la obsesión de los inversores que esperan el libre movimiento de capitales para aspirar a un rebote de la economía argentina: los controles de cambio. Y dejó varias definiciones respecto a qué se necesita para el fin del cepo cambiario.
“Cuando la inflación inducida por el programa dado por control de capitales desaparezca, podremos salir del cepo sin ningún tipo de problemas, porque ya no tendrán balas para cargar las armas que puedan tirar la estabilidad macroeconómica”, dijo.
“El cepo lo vamos a liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero”, agregó.
Fuente: Infobae