Marcelo Gallardo, picante, salió a acallar los rumores en River: “No hay crisis acá, no la van a encontrar”

El DT volvió a hablar luego un largo silencio. “Es una simple conferencia”, avisó y habló de hay quienes intentan desestabilizarlo.



No Banner to display

Después de haberse ido en silencio del José Amalfitani de Liniers, tras el empate 2-2 de su River contra Vélez, Marcelo Gallardo volvió a hablar. En una conferencia de prensa que brindó en el RiverCamp de Ezeiza este martes al mediodía, el técnico de River afirmó estar sorprendido por la expectativa por «una simple conferencia» dado que había suspendido varias en el último mes. Y agregó: «Temo advertirles que se van a ir decepcionados si vienen a buscar otra cosa».

«Estamos en un momento en el cual nosotros después de muchos años, de muchos cambios y de varias situaciones que han existido en cuanto a armado de planteles y de equipos y de buscar el mejor funcionamiento posible apuntamos a llegar lo más lejos posible y uno de los objetivos de este semestre no hemos podido cumplirlo. Pero lejos estamos de pensar que todo está terminado o que por no conseguir ese objetivo se empiece a especular con otras cosas o falsos comentarios con planteos extrafutbolísticos. No hay crisis acá y no la van a encontrar. Mi permanencia se construyó a través de muchísimos años y no depende de los malos resultados que tuvimos. Hemos construido algo más sólido», comentó el entrenador de River.

Gallardo tuvo presencia en la conferencia de prensa. Fue contundente, convincente, y también se mostró enojado y molesto. Y dejó un sinfín de frases para repasar en base al flojo momento futbolístico de River, a las cuestiones externas e internas, a los planteos en la cancha, al funcionamiento del equipo, a los refuerzos, a los árbitros y mucho más…

Las frases más fuertes de Gallardo

¿Crisis en River? Para Gallardo, no. «El hincha de River no se deja llevar por temas internos ni externos. Cuando quieren hacer creer que sale algo de adentro y no sale algo de adentro. No pierdo tiempo en rumores. No justifico mi pérdida de tiempo. Acá no hay ningún cuestionamiento de nada. Y tenemos que exigirnos para mejorar. Imagínense si los Maidana, Pinola, Enzo Pérez, Casco, si ellos no aceptaran ser exigidos, claramente buscarían otras comodidades, otros lugares donde estarían más relajados. Estoy sólido y firme y convencido a donde no ir en los malos momentos y a donde sí ir. Y esa es la señal que les quiero transmitir a ustedes y a los hinchas de River».

El futuro cercano: «A partir de reconocer las falencias que hemos tenido en el armado del plantel y en la funcionalidad del equipo, y los malos resultados que tuvimos, trataremos de volvernos a posicionar para tomar aire y para volver a tener la mejor búsqueda posible del funcionamiento. Ese es mi deseo y de eso me debo ocupar. De acá a fin de año veremos si estamos capacitados para pelear el campeonato, que yo creo que sí. A los demás les digo Y si no peleamos el campeonato dejaré la mejor estructura posible para cuando se vuelva a comenzar, se pueda arrancar de la mejor manera».

Su función: «Mi función como entrenador es preparar el mejor equipo posible, porque en el éxito deportivo es fácil convencer y el entrenador entiende que hay que acompañar procesos. Y un buen entrenador acompaña procesos en malos momentos cuando se dan los tiempos. Acá se construyó algo más sólido, más alla de que no hay desestabilización por más que algunos esperen y eso no hay. Son muy obvios algunos pero no lo van a lograr porque la estructura es muy sólida».

La responsabilidad: «Hay que sacar a los jugadores de la exposición y de esa carga. Yo soy responsable. Como así soy responsable de lo bueno, también lo soy de lo malo. Uno como entrenador tiene que hacer docencia todo el tiempo, más allá de que River exige mucho y enseguida. Y no todos están preparados para ser exigidos de forma inmediata. Pero ellos también saben que River no te espera demasiado. Dentro de los procesos normales de darle esa solidez y ese respaldo, está mi función. Después tenemos que salir a competir porque en River siempre hay que ganar. Pero dentro de esos malos momentos, el entrenador se hace responsable».

El funcionamiento del equipo: «Mi forma no ha cambiado. Por eso hablo de permanencia. No hemos cambiado. Todos los equipos del mundo han tenido altibajos. Julián Álvarez hizo muchos goles y después metió menos. Un semestre bueno a cualquiera se le puede dar. Ahora, sostenerte con convencimiento durante ocho años no sé si es fácil de poder lograr. En ese proceso hubo momentos altos y momentos bajos. Normal en el fútbol. Siempre hay fallas. Cuando el equipo falla, no tengo problemas en decir que el equipo juega mal. Por ende, soy el responsable. Si buscás responsabilidad, la primera es la mía cuando el equipo juega mal. Cuando no hacemos goles o cuando nos hacen goles, fallamos como equipo. No que se falla en un sector. El funcionamiento es lo que te lleva a hacer goles o a que te los conviertan».

El tiempo: «Mis equipos se han construido con tiempo. Y lo logramos porque hemos ganado rápido. Hubo un fuerte convencimiento en torno a eso. El convencimiento es fácil acompañarlo cuando se gana pero cuando se pierde se esfuma. Ya todos dejan de creer. Y lo que era bueno ayer, hoy no es tan bueno y todos cambiamos. Cuando hablo de conformar equipos, también se necesita tiempo para conformarlos. Le pasa a todos los entrenadores. Pero para muchos entrenadores no hay tiempo. Hasta a entrenadores que han ganado le han dado poco tiempo. Cuando hablo de tiempos también le hablo a los demás dirigentes de otras instituciones. Yo propondría que cuando se despide un entrenador, que se vaya también el responsable de la elección de ese entrenador. Pónganse a pensar cómo sería eso. Se debería ver como un mérito, no como un resguardo».

El mal arranque en el campeonato: «No pudimos arrancar el campeonato con cinco jugadores de Selección que han viajado, se han desgastado y hemos tenido que recuperarlos y no han estado en buena forma física. Y el calendario, que es comprimido, no nos dio descanso. No hemos tenido una mejor preparación, acorde a cómo queremos jugar. No es excusa pero no nos permitió tener una preparación acorde a lo que queremos hacer. Seguimos jugando y tratando de competir. Y lo mismo vamos a hacer ahora hasta fin de año».

La pérdida de la presión alta y la intensidad: «Una forma que nos ha identificado es la intensidad, presionar y llegar rápido. Hay que entender para que estamos. Hay momentos que lo podemos hacer, otros no. Hemos sido irregulares, no hemos sido regulares en la búsqueda. No pudimos sostener la buena primera fase de Copa Libertadores en el partido con Vélez, nos pasó factura. Y en esa búsqueda tengo que ir viendo cuáles son los momentos. Tal vez desde lo físico y de lo mental no pudimos unir las tres cosas que nos den esa continuidad. No pudimos sostenerlo. Esas han sido las búsquedas».

Los arbitrajes: «Algunas cosas que son puntuales me sorprenden. Así como hay cámaras para tomar si uno está enojado, si uno se ríe, también los árbitros tienen la posibilidad de observar detenidamente las 48 mil repeticiones. Por ende tienen que errar mucho menos. Tienen que errar menos porque tienen las herramientas. Y no solo nosotros. Hubo errores hacia otros equipos. Entiendo que hicieron alarde de mucha capacitación pero están fallando y no solo en contra mía. Todos han sufrido. El error es el ojo humano».

El insulto a Nicolás Lamolina: «Aliendro nunca toca al jugador rival cuando lo expulsa. No podés errar por tanto. Hay un movimiento y el jugador nunca lo toca. No lo pisa como pensó el árbitro. Es tremendo el error. Y si bien me pasé, no fue un insulto porque un insulto es otra cosa, pero sí me arrepiento porque hoy te enfocan de todos lados. Me arrepiento pero tampoco fue para tanto. Peor hubiese sido si le decía algo más fuerte. Quién no dijo un boludo o un pelotudo alguna vez. Y como soy un tipo temperamental, no muestro otra cosa. En mi vida soy así. También tengo estas respuestas que no me enorgullecen y no me definen como soy. Y a veces me equivoco«.

Balance de los siete refuerzos: «No vengo acá para dar esas precisiones. Yo conduzco a un plantel de fútbol y dentro de ese plantel están los que llegaron. No vengo para encanar a a nadie. Estoy para acompañar procesos. Con jugadores que llegan, algunos se adaptan rápidamente y a otros les cuesta un poco más. Acá le ha costado a muchos. Acá le ha costado jugar a Enzo Pérez que hoy es una referencia máxima de nuestro equipo. Le costaron los primeros seis meses. Pregúntenselo cuando puedan. Y es un jugador que ha jugado mundiales y en Europa».

La continuidad en 2023: «Entiendo que a algunos les moleste mi permanencia pero en definitiva se tiene que ver como un mérito, en una sociedad donde todo queremos destruirlo rápidamente. Se tiene que ver el logro, pero no miro para mí, hablo para los demás entrenadores también. En estos ocho años hemos perdido mucho más de lo que hemos ganado, sí, claro, pero lo que se ha construido es muy fuerte para que nos sostengamos con convencimiento. ¿Y si sigo en 2023? No es una pregunta para responder ahora. Mi proyección es ocuparme de estos momentos. Son tres meses y medio en que tenemos que trabajar para dejar la mejor estructura».

La permanencia en el cargo y la desestabilización: ¿A quiénes les molesta mi permanencia en el cargo? A los que no me quieren. Que debe ser mucha gente. Yo no tengo nada contra eso. Me siento acá para decirles que por más que tengan empeño para decir cosas o desestabilizarme y por más que perdamos más partidos de lo que hemos perdido ya, no va a pasar porque voy a estar hasta el último día de mi contrato, con la cabeza ocupada en darle más soluciones al equipo. Si alcanza para pelear el campeonato mejor y si no, generar una estructura para que a mediano plazo dé sus frutos a la institución».

Fuente: Clarín



Articulos relacionados