En primer término, puede rechazar los recursos de queja que ingresaron el 13 de febrero ante el máximo tribunal.
Se trata de nueve recursos que tienen como principal objetivo, anular el criterio impuesto por la Sala IV de la Cámara de Casación que en noviembre del años pasado confirmó la sentencia de juicio.
En caso de que este sea el camino adoptado, inmediatamente el fallo condenatorio adquiere firmeza y será de cumplimiento efectivo.
El lunes por la mañana, poco antes de las 10, a cada una de las vocalías de los ministros de la Corte ingresó un informe de la Secretaría: un detalle de los nueve recursos, las quejas centrales, las arbitrariedades que las defensas denuncian.
Junto con ese análisis, los informes también contienen una sugerencia respecto a cómo deberían resolverse las quejas. Eso se encuentra bajo estricta reserva de los ministros de la Corte.
La semana pasada, los ministros del máximo tribunal, rechazaron la recusación pedida por el abogado de Cristina Kirchner, contra Ricardo Lorenzetti.
En cambio, en caso de que los ministros decidan abrir las quejas presentadas por los acusados, todo se retrasará aún más, ya que deben ser analizados los planteos de las defensas.
La Corte es la última instancia de revisión y se ocupa en casos como éstos, en velar por el debido proceso del caso, que no haya habido ninguna violación a las garantías constitucionales.
Por ese motivo, el máximo tribunal no es quien condena: Cristina Kirchner ya fue condenada por un tribunal de juicio integrado por los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu y esa sentencia fue confirmada por la instancia superior penal que es la Cámara de Casación.
Fuente: Clarín