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El Gobierno no tiene certezas sobre lo que pasará con los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema. Siguen de cerca los movimientos del Senado, dialogan con los gobernadores y evitan dar definiciones sobre el futuro del juez federal que aun no fue nombrado.
En Casa Rosada saben que a la Cámara Alta solo le falta conseguir una firma para el dictamen de Mansilla (el de Lijo ya las tiene), el catedrático que fue designado en comisión en la Corte y que generó malestar en el ámbito legislativo. “Nos dijo que no quería ser nombrado por decreto y después pasó todo lo contrario”, dijo una fuente parlamentaria.
Si el dictamen consigue las nueve firmas, podrá ser tratado en el recinto, donde hay dudas de que sea aprobado. Sin embargo, en Balcarce 50 aseguran tener conocimiento de la situación. “Si el Senado rechaza a Mansilla, él se tendrá que ir”, dijo un funcionario del Gobierno.
El Gobierno también mantiene conversaciones con algunos gobernadores radicales que podrían intentar bloquear el rechazo de ambos pliegos en el Senado, a cambio de recursos durante este año electoral.
Esta situación es similar a la que ocurrió a finales de febrero, donde el Ejecutivo logró evitar la creación de una comisión investigadora por el escándalo de la criptomoneda Libra. En ese momento, seis senadores de la UCR que responden a sus gobernadores decidieron votar en contra de la medida.
Fuente: Tn