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Yamandú Orsi será el nuevo presidente del Uruguay a partir del 1° de marzo próximo, en un giro a la izquierda que se perfila más moderado que profundo y con el enorme desafío de mantener una buena vecindad con Javier Milei.
El Frente Amplio, esa coalición heterogénea de partidos de izquierda, estará representada en el gobierno por un mandatario heredero del pragmatismo de José “Pepe” Mujica, su mentor político, tras su triunfo en el balotaje de este domingo sobre el candidato oficialista, Álvaro Delgado, delfín del jefe de Estado saliente, Luis Lacalle Pou.
Orsi gobernará el país en los próximos cinco años con un Congreso dividido. Su coalición controlará el Senado, pero no Diputados, donde ningún partido o grupo tiene mayoría. Esta situación lo obligará a sentarse a negociar con la actual alianza oficialista, representada por el Partido Nacional (Blanco, de Lacalle Pou), el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el minoritario Partido Independiente.
“Esta es una novedad y un desafío porque será la primera vez que el Frente Amplio gobernará sin mayorías absolutas”, dijo a TN el analista uruguayo Alfonso Lessa
Esta situación es clave: a diferencia de la Argentina, el Congreso puede censurar ministros en Uruguay. En ese escenario, Orsi estará obligado a mantener una agenda moderada y más cercana a la centroizquierda que a los postulados históricos de su Movimiento de Participación Popular (MPP), el motor del Frente Amplio
Fuente: Tn