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En varios de los hospitales que aún funcionan en Gaza, enfermeras se desmayan por hambre y deshidratación. Los directores a menudo no pueden proporcionar comidas a los pacientes ni al personal médico. Los médicos se están quedando sin leche de fórmula para los recién nacidos, y en algunos casos les dan solo agua.
Y al menos tres hospitales importantes carecen de los fluidos nutricionales necesarios para tratar adecuadamente a niños y adultos desnutridos.
Estas escenas fueron descritas en entrevistas a partir del viernes con siete médicos —cuatro de Gaza y tres voluntarios de Australia, Reino Unido y Estados Unidos—. Todos trabajaron la semana pasada en cuatro de los principales hospitales del territorio.
Tras meses de advertencias, agencias internacionales, expertos y médicos afirman que la hambruna se extiende ahora por Gaza debido a las restricciones impuestas por Israel a la ayuda humanitaria durante meses. Al menos 56 palestinos murieron este mes por hambre en el territorio, casi la mitad del total de muertes por este motivo desde que comenzó la guerra hace 22 meses, según datos publicados el sábado por el Ministerio de Salud de Gaza.
A medida que aumenta la hambruna, las instituciones médicas y el personal, ya desbordados por las heridas de guerra y las enfermedades, ahora enfrentan una creciente cantidad de casos de desnutrición.
Débiles y mareados, los médicos se desmayan en las salas, donde sus colegas los reaniman con soluciones de suero y glucosa. Con escasez persistente de herramientas básicas como antibióticos y analgésicos, los médicos también se están quedando sin los sueros intravenosos especiales utilizados para alimentar a los pacientes debilitados.
En los cuatro hospitales, los médicos describieron cómo cada vez les resulta más difícil salvar a los bebés desnutridos y en su lugar se ven obligados a simplemente gestionar su deterioro. Los bebés están demasiado débiles como para recibir una carga de nutrientes, lo cual podría sobrecargar su sistema y provocarles el “síndrome de realimentación”, que puede ser letal.
En algunos casos, los fluidos que los médicos pueden administrarles de forma segura no son suficientes para evitar que mueran.
Consultado al respecto, COGAT, el departamento militar israelí encargado de supervisar la ayuda a Gaza, dijo que “sigue trabajando en coordinación con actores internacionales para permitir y facilitar la entrada continua de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, de conformidad con el derecho internacional”. Tarde en la noche del sábado, el ejército israelí comenzó a lanzar ayuda aérea sobre el norte de Gaza y dijo que pausaría su actividad militar durante varias horas al día en zonas clave para facilitar la entrega de ayuda por tierra.
Un tercio de los palestinos en Gaza se ven obligados a pasar días sin comida, dijo recientemente el Programa Mundial de Alimentos. De los niños pequeños y mujeres embarazadas atendidos en clínicas de Médicos Sin Fronteras en Gaza, aproximadamente una cuarta parte sufre de desnutrición, según afirmó la organización médica la semana pasada.
Los médicos afirman que muchas otras personas probablemente han muerto por condiciones o heridas que podrían haberse tratado o curado si las víctimas no hubieran estado tan debilitadas por la desnutrición. La hambruna está provocando que más madres sufran abortos espontáneos o den a luz prematuramente a bebés desnutridos con sistemas inmunitarios debilitados y anomalías médicas.
Fuente: Infobae