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El titular del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, declaró hoy durante cerca de tres horas ante el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal federal Gerardo Pollicita en la causa en la que se investiga una presunta extorsión desde la organización a beneficiarios de planes sociales y una administración fraudulenta contra el estado por el uso de facturas falsas para rendir los gastos por los fondos públicos que el estado nacional le daba para las unidades de gestión
Belliboni negó las acusaciones, contó cómo funciona el Polo Obrero y presentó tres biblioratos con documentación para contrarrestar la imputación. Además, insistió que se trata de una causa armada por el gobierno de Javier Milei. “Justo esta causa comienza con la campaña antipiquetera y de representación que inició el gobierno el 20 de diciembre”, dijo el dirigente ante la prensa tras la indagatoria.
El líder piquetero llegó a las 9 en los tribunales de Comodoro Py y el Polo Obrero convocó a una manifestación para el mediodía en la puerta del edificio de Retiro sobre la que había una fuerte custodio policial con un camión hidrante incluido. La de Belliboni fue la primera indagatoria de la última audiencia de acusaciones a las que fueron convocadas 23 personas. Fueron tres semanas de audiencias. Luego, el juez Casanello tendrá 10 días para resolver si procesa, sobresee o le dicta la falta de mérito a los acusados.
Hasta ahora, los imputados que aceptaron declarar explicaron que no se le negaba la comida a nadie. Los dirigentes más políticos aseguraron que los aportes de dinero eran voluntarios y que existe una persecución política por parte del Gobierno contra los movimientos sociales. Todos rechazaron los delitos por los que están imputados.
En esa línea también declaró Belliboni, acompañado por sus abogadas Liliana Alaniz y Claudia Ferraro. Presentó tres carpetas con documentación sobre que el Polo Obrero tuvo más altas que bajas de beneficiarios de planes sociales, por lo que dijo que la gente prefería estar en la organización y que con eso no era extorsionada. En otra carpeta acompañó fotos y documentos sobre los gastos que el Polo Obrero hacía para mantener los comedores. Sostuvo que instalar cada comedor sale 6 millones de pesos
Fuente: Infobae