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José Carlos Varela, el principal sospechoso por el asesinato de Camila Borda, de 11 años, se presentó hoy ante la fiscalía de la ciudad de Junín y, según los propios investigadores, presentó una declaración parcializada y «mentirosa». Además, pareció perseguir la estrategia de un posible cuadro psiquiátrico.
El casero, de 40 años, era el encargado de cuidar la quinta donde fue hallado el cuerpo de la niña, con una bolsa en la cabeza, las manos atadas y un cable alrededor del cuello.
«Hizo una declaración parcializada. Manifestó que al mediodía salió a darle de comer al perro. Dijo que en la cercanía del animal ve a la niña y que a partir de allí no se acuerda más nada«, afirmó el fiscal de la causa, Sergio Terrón, al canal A24.
El propio fiscal celebró que el imputado haya reconocido haber estado en contacto con la niña antes de la llegada de la policía, aunque resaltó la contradicción de Varela respecto a sus palabras al ser encontrado el cadáver.
«Lo importante es que admitió haber estado en contacto con la niña, cuando dijo que la encontró en el parque junto a su perro. Pero se contradijo con sus palabras ante la policía, cuando declaró no haberla visto«, afirmó Terrón.
«Después tuvo una amnesia selectiva tratando de buscar alguna inimputabilidad psiquiátrica», agregó el fiscal.
En principio, el acusado seguirá detenido en la ciudad de Junín y se espera que su defensa pida una pericia psiquiátrica para detectar si actuó bajo sus cabales durante todo el domingo.
Varela está acusado de «homicidio doblemente agravado por ensañamiento, alevosía y criminis causa». El objetivo de la fiscalía es que se le aplique la pena de prisión perpetua.
Camila Borda era una niña de 11 años que sufrió un ataque sexual y fue asesinada con un cable cuando había salido a comprar cigarrillos para su madre a un almacén cercano. El caso generó conmoción en Junín. De hecho, los vecinos protagonizaron incidentes el mismo sábado al intentar linchar al casero.
Fuente: Infobae
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