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Al conocerse la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) definió los nuevos valores de jubilaciones, pensiones y asignaciones que regirán en noviembre de 2025. La movilidad de los haberes aplica un ajuste de 2,1%, en cumplimiento de la fórmula vinculada a la inflación. Con la publicación de este índice, el monto mínimo y el alcance de los bonos refuerzan el ingreso de los sectores con haberes más bajos.
A partir de este esquema, el haber mínimo ascenderá a $333.150. Ese valor corresponde al ajuste automático fijado por el aumento del índice inflacionario. Sobre esa base, los beneficiarios que perciben la mínima cobrarán un bono extraordinario de $70.000, cuyo objetivo es garantizar un ingreso de bolsillo de $403.150 en noviembre. La suma refuerza el ingreso de quienes reciben exclusivamente la jubilación mínima, pero el alcance del bono abarca un universo mayor.
La política oficial establece que todas las personas cuyo ingreso mensual sea inferior a $403.150 recibirán un bono complementario. El monto específico varía según cada caso. Quienes perciben solo la jubilación mínima de $333.150 se beneficiarán con el bono total de $70.000, mientras que quienes obtienen un haber mayor —pero aún por debajo de $403.150— accederán a un refuerzo proporcional que los lleva exactamente a ese nivel de ingreso mensual.
Por lo tanto, el bono no es exclusivo del haber mínimo, sino que su alcance abarca a todas las prestaciones cuyos montos netos resulten menores a $403.150, estableciendo un piso igualador en el sistema previsional. Solamente quienes superen ese umbral no acceden a este beneficio adicional.
La actualización mensual del bono responde a una decisión administrativa emanada desde el Poder Ejecutivo, ratificada por las fuentes oficiales en octubre. El monto de $70.000, vigente desde marzo de 2024, se mantiene congelado y en noviembre seguirá bajo el mismo esquema.
Fuente: Infobae