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Una diferencia de casi 14 puntos a favor del peronismo en las elecciones bonaerenses era impensada en la previa para propios y ajenos. Pero pasó. Y hay un claro ganador, más allá del resultado: el gobernador Axel Kicillof se posicionó dentro y fuera del peronismo.
Desde temprano se percibía un marcado optimismo en la sede de Fuerza Patria en La Plata, pese a que días antes de la votación primaba la cautela en el entorno del mandatario provincial. Horas antes del cierre de los comicios llegaban bocas de urna y cortes provisorios que daban cuenta de un contundente triunfo.
Y a tono con el resultado, hubo una histórica elección del peronismo en la provincia, ganando en seis de las ocho secciones electorales. El grueso de la diferencia se logró en la Tercera, con una aplastante victoria, más una buena performance en la primera. Una vez más, el conurbano estuvo en el centro de la escena.
En cuanto al análisis de lo ocurrido, el gran ganador es Kicillof, que desdobló la elección pese a las críticas y presiones internas. Se posiciona para los dos años que le quedan en la provincia y robustece una eventual candidatura presidencial.
El triunfo también reabre la discusión por la conducción en el peronismo, tan conversada en el cierre de listas bonaerenses, donde estuvo en juego la unidad. Pero no es el único dato saliente: allí y ahora hubo un actor clave: Sergio Massa. Fue protagonista para sellar el acuerdo de lista única, como mediador, y en este día de festejo, él y los suyos tuvieron un lugar preponderante.
Fuente: Tn