Buscan al publicista Juan Manuel Ferrari, desaparecido de Puerto Madero desde el lunes

Los investigadores buscan al empresario en Junín, adonde se habría dirigido después de perder el contacto con sus familiares.



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El último rastro es del lunes pasado. El publicista Juan Manuel Ferrari salió del edificio donde vive, en la calle Olga Cossettini 1189 de Puerto Madero, a las 12.34. De allí paso por el kiosco de su ex esposa, en avenida Independencia y 9 de Julio, a dejarle algo de dinero, según reconstruyeron fuentes de la investigación de la desaparición.
«La ex mujer ya declaró que lo notó nervioso y apurado», dijo a Télam una fuente de la investigación.
De allí, Ferrari nunca llegó ni a su oficina de la calle Sarmiento 476, piso 5° A, ni a su domicilio particular donde a las 15.30 debía volver a encontrarse con una empleado al que había visto a media mañana también en su departamento.
Según la denuncia que presentó su actual pareja, ella le envió a Ferrari un mensaje a las 11.21 que fue recibido y leído por el empresario pero no contestado y que la última vez que estuvo conectado a Whatsapp fue a las 13.40. Después de ese momento, no se sabe más nada, y por eso hay una investigación en curso para dar con el paradero del empresario.
Los investigadores establecieron hoy que el empresario pasó a visitar a su madre el mismo lunes de la desaparición por la localidad de Chacabuco y que de allí viajó a Junín, en el centro de la provincia de Buenos Aires, informaron fuentes policiales y judiciales.
«Tenemos una pista de que pasó por Chacabuco, donde vive su madre, y luego se fue a Junín a ver a una persona. Lo estamos buscando en esa zona», dijo una fuente judicial.
El fiscal a cargo de la causa, Adrián Pérès, de la Fiscalía Criminal y Correccional 46 porteña, ordenó ayer una serie de medidas ni bien recibió el sumario de Prefectura Naval, donde se hizo la denuncia por la desaparición de Ferrari (50) porque el empresario vive en Puerto Madero.
Pérès puso a trabajar en la causa a los detectives de la División Búsqueda de Personas de la Policía Federal (PFA) y ya pidió a la compañía de telefonía celular Claro -de la que Ferrari es cliente-, el registro de llamadas y mensajes entrantes y salientes, y apertura de las antenas.
A pedido del fiscal, el Juzgado de Instrucción 24, a cargo del juez Osvaldo Rappa, también emitió una orden de secuestro para la camioneta Volkswagen Amarok patente JQC 230 que también desapareció y le había sido prestada a Ferrari por un amigo mecánico.
El fiscal también le ordenó a la policía averiguar si dicho vehículo cuenta con un rastreador satelital para poder geolocalizarlo. «En base a algunas declaraciones testimoniales de su entorno, sabemos que Ferrari tenía algunas deudas, pero aún no sabemos si su desaparición tiene que ver con ello. Algunos de esos testigos están siendo algo reticentes para darnos la información», dijo a Télam una fuente judicial.
Deuda
En tanto, el abogado del publicista desaparecido Juan Manuel Ferrari aseguró hoy que a su cliente le debían tres millones de pesos, dijo le preocupa «el paso de la horas» sin saber sobre su paradero y no descartó que pueda tratarse de un secuestro.
Se trata de Alejandro Sánchez Kalbermatten, quien en declaraciones al canal TN dijo esta mañana que conoce a Ferrari porque le hacía «algunas gestiones de cobranza de clientes que le deben dinero».
«Yo soy abogado de él hace bastante. No me acuerdo cuánto exactamente pero le deben como tres millones de pesos», señaló el letrado.
«La última llamada de Whatsapp fue a las 13.40 del 6 de marzo. Habló con gente de su oficina. Después las redes sociales se detuvieron en ese mismo instante, entonces creemos que ese teléfono fue interrumpido en ese mismo lapso en Puerto Madero», contó.
Sánchez Kalbermatten comentó que «también puede ser un secuestro o cualquier otra cosa», aunque aclaró que por el momento «no hubo llamadas» del tipo extorsivo.
«No es el primer caso de gente que desaparece de esta manera. Él viajaba a Junín y a Chacabuco, pero no sé si fue hacia allí. La camioneta no apareció todavía», agregó.
Sobre su cliente, el abogado dijo que según las personas que lo rodean «es una persona muy previsible» y que «están todos muy sorprendidos por su desaparición, por esta pérdida de contacto, porque se interrumpieron todas las comunicaciones y perdió conexión con todo su círculo íntimo, incluida su novia».
«Es un tema muy parecido al del financista Hugo Díaz, que desapareció en el microcentro y no volvió a verse», agregó el abogado que actuó como querellante por la familia de Leopoldo Bina en el juicio por el triple crimen de General Rodríguez.

Fuente: La Nación