A 35 años de “Volver al futuro”: los secretos del accidentado rodaje de una película por la que nadie apostaba

Su guión fue rechazado 44 veces, todos los estudios, en algún momento, le dijeron no.



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El 3 de julio de 1985 se estrenó en Estados Unidos una película que, a priori, no despertaba grandes expectativas. Sus creadores habían recibido demasiados rechazos, sus últimas películas habían fracasado en la taquilla, no contaba con súper estrellas, el actor principal provenía de la televisión y no tenía prestigio y se enfrentaba a grandes clásicos. Sin embargo, esa película logró un enorme impacto. Encabezó las recaudaciones ese año y consiguió unanimidad en la crítica.Volver al futuro es un clásico moderno. Invencible y entrañable, se renueva con cada revisión.

Muchos especialistas sostienen que el guión de Volver al futuro es uno de los más perfectos alguna vez escritos. Actualmente se enseña en las escuelas de cine. Sin embargo, antes de llegar a ser filmado debió soportar 44 rechazos. Cada uno de los estudios cinematográficos de su tiempo lo desechó.

Para película de ciencia ficción le faltaba, respecto a otros exponentes de su tiempo, mundos exteriores y enigmáticos, una idea de la vida en el futuro, excusas para bombásticos efectos especiales (la película tiene muy pocos efectos especiales). Para comedia pecaba de naif. Cada vez que terminaba una reunión con los ejecutivos de los estudios, estos se despedían aconsejando a los guionistas: “Llévenlo a Disney. Apenas se sentaron, un alto ejecutivo de la firma con cara de pocos amigos les escupió: “¿Ustedes están locos? 

Robert Zemeckis y Bob Gale habían empezado a escribir el guión un lustro antes del estreno de la película. Los viajes en el tiempo los obsesionabanLa primera máquina en la que pensaron para enviar a Marty McFly al pasado era una heladera. Luego cambiaron por un gran cubo, una cámara donde estaba la máquina que permitía viajar en el tiempo, ubicado en la caja de una pick up. Pero todas esas opciones hacían complejo superar algunos obstáculos, ralentizaban su historia. Necesitaban un auto. Steven Spielberg, una vez más, apoyó a la dupla. Sería uno de los productores. Ese respaldo hizo que aparecieran los últimos inversores. Luego fue tiempo de elegir a los actores. Apenas Michael Fox filmó la primera escena todo empezó a fluir.

El guion es una pieza de orfebrería. Por un lado acude a un tema clásico: el viaje en el tiempo. Por el otro incorpora novedades en cada escena, juega con las variables del cambio temporal y las consecuencias en el futuro, e incorpora un tema incómodo como el de la atracción de la madre por alguien que ella no sabe que es su hijo. Los guionistas recurren constantemente a la cuenta regresiva. El tiempo se acaba: ese es el principal enemigo. Volver al futuro fue la película más taquillera de 1985. Una bomba. Recaudó casi 400 millones de dólares en todo el mundo; el costo había sido de 14 millones. La película atravesó generaciones. Superó sus propias ambiciones. Casi como una paradoja consiguió lo que sus personajes buscaban en la ficción: ganarle al tiempo.

Fuente: Infobae



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