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Algunos lo atribuyeron a «una tormenta que se viene para el sábado». Otros, más sinceros, reconocen que el momento no es el más adecuado para «enfrentar a la gente».
Sea por una u otra razón-o por ambas-el timbreo nacional de Cambiemos que se lleva adelante una vez por mes y que estaba previsto para este sábado fue suspendido por las autoridades de la coalición oficialista. «Se hará, por ahora, el sábado 30», prometió a LA NACION el secretario general de Pro, Francisco Quintana, a modo de confirmación de la postergación. También las reuniones formales con los aliados de la UCR y la CC-ARI se postergaron un par de semanas, aclararon desde la coalición gobernante.
Lejos de los micrófonos, en los despachos oficiales reconocen que el ambiente en la calle no es el mejor, y que la suspensión es la mejor decisión posible. «Es mejor esperar a que todo se aclare en lo económico, que pase la turbulencia y después sí retomar», afirmaron en Balcarce 50. Cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, relativizan el parate obligado. «La calle no está tan mal como dicen, va a haber una retracción de la economía pero esto se va a sentir más adelante», retrucan cerca del «cerebro» del Gobierno. Y agregan que la campaña publicitaria titulada «está pasando» sigue en los medios de comunicación, aunque se ve menos «porque estamos gastando menos plata también en eso».
Más allá de las explicaciones, la sensación en el Gobierno es que tocar el timbre de manera masiva o salir con grandes anuncios sobre distintos temas- como se pensó al inicio de la corrida cambiaria- puede ser contraproducente. «La gente no está para escuchar esas cosas, por eso lo mejor es no insistir con temas que por ahí no son tan cercanos o que no tienen que ver con la economía diaria», reconoció un funcionario que conoce al detalle la estrategia de comunicación del Gobierno.
Además de la campaña «en la calle» (que será mínima mientras continúen las turbulencias económicas y la participación argentina en el Mundial de futbol), las conversaciones con los gobernadores por el presupuesto 2019 también están en un circunstancial impasse, afirman en la Casa Rosada. En el Ministerio del Interior afirmaron a LA NACION que las conversaciones serán «bilaterales» y que «no hay plazo» para finalizar las rondas de consultas con los mandatarios provinciales.
«Es un partido que estábamos ganando por goleada. Hoy ganamos igual, pero por poca diferencia», evaluó un funcionario con experiencia de gestión en relación a las elecciones del año que viene. El funcionario lucía tan preocupado como el resto del Gobierno por el destino de las nuevas medidas del Banco Central, la concreción del acuerdo con el FMI y la gestión en el terreno de los nuevos ministros, Dante Sica (Producción) y Javier Iguacel (Energía), que asumirán en sus cargos pasado mañana.
Fuente: La Nación