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Con las columnas de manifestantes que rechazan la Reforma Laboral del Poder Ejecutivo desplegadas en la porción de Plaza de Mayo liberada por el mega operativo policial que custodiaba la Casa Rosada, el presidente Javier Milei y sus funcionarios seguían de cerca los acontecimientos desde sus oficinas. Si bien el mandatario suele permanecer en la quinta de Olivos cuando hay protestas sociales, en esta oportunidad se trasladó por tierra a Balcarce 50 por un problema burocrático con la firma virtual mientras su mesa chica se reunía un piso más abajo luego del traspié con el Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados.
“Es un día normal. No nos interesa mucho la protesta”, sintetizó un importante funcionario a cuando las primeras delegaciones sindicales empezaban a desplegar sus banderas y armar las batucadas para hacer público su repudio al proyecto de “modernización” laboral, una de las principales obsesiones legislativas de la administración libertaria. El horario formal de la convocatoria anunciada con la Confederación General del Trabajo (CGT) era a las 15, pero los distintos gremios y partidos de izquierda se dieron cita desde el mediodía en la plaza.
Ante su primer gran desafío al frente del Ministerio de Seguridad, Alejandra Monteoliva, siguió desde el Comando Unificado de Monitoreo el minuto a minuto de la manifestación. Según supo este , la instrucción que se bajó a los más de 1500 efectivos policiales que patrullan la zona es evitar las confrontaciones con el objetivo de que se trata de una marcha “pacífica”.
“El protocolo es el mismo de siempre. Lo único que cambia son las formas a partir de cómo se manifiesta”, expresaron desde la cartera respecto al respecto de la implementación del accionar en coordinación el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.
La cartera desplegó un sistema de alerta que registró disturbios relativos durante la desconcentración aunque sin vínculos directos con la organización.
Fuente: Infobae