Habían pasado 43 minutos y 5 segundos de las 3 de la tarde cuando se desprendió el anteúltimo vagón del tren Sarmiento, que descarriló este martes a la altura de Liniers, y circuló a la rastra por unos 300 metros. El humo invadió la escena, mientras una joven que acababa de cruzar las vías observaba incrédula, sin entender lo que estaba pasando. Toda la escena forma parte de la grabación que registró el momento exacto del accidente.
Mientras pasaba el anteúltimo coche, el cambio de vía se abrió por causas que aún se desconocen. Eso provocó que los bogies —los conjuntos de ruedas del vagón— quedaran sobre vías distintas al mismo tiempo y generaran un movimiento irregular hasta que la formación logra detenerse. El último vagón quedó desalineado sobre una vía diferente, y el anteúltimo terminó inclinado entre ambas, en una posición inestable.
El video muestra un detalle relevante en el semáforo ferroviario: la señal estaba en rojo y, tras el paso del tren y el descarrilamiento, se apaga por completo.
Desde Trenes Argentinos, empresa que depende de la Subsecretaría de Transporte de la Nación, confirmaron que el incidente «se produjo en un cambio de vías» y detallaron que «ante el descalce, el tren frenó a tiempo según establece el protocolo de seguridad operacional».
Por el hecho, el juez Julián Ercolini inició una causa judicial. Entre las pericias ordenadas por el magistrado se incluyó un análisis de alcoholemia para el conductor del tren. El motorman se encontraba en una clínica de Castelar, que le corresponde por su obra social, donde le extrajeron muestras de sangre y orina para los exámenes toxicológicos.
El accidente no dejó víctimas fatales, pero sí 20 personas que requirieron atención médica. La mayoría de los pasajeros descendió de la formación y caminó por las vías hasta salir a la avenida Rivadavia. Sin embargo, según indicó el jefe del SAME, Alberto Crescenti, algunos debieron ser retirados por personal de Bomberos utilizando «tablas y sillas especiales».
Fuente: Clarín