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A pesar de que en nuestro país no son algo nuevo, los podcast en formato audio resurgieron y se convirtieron en una moda para los usuarios de internet. Entrevista con Luciano Banchero, uno de los exponentes.

Un podcast es una publicación digital, en formato de audio o video, que normalmente se puede descargar de internet a través de una Sindicación Realmente Simple (RSS, por su sigla en inglés). El RSS se refiere a un grupo de proveedores en la web usados para publicar trabajos que son actualizados constantemente. Se puede escuchar en una computadora o en un dispositivo portátil mediante suscripción. A pesar de que el podcasting tuvo sus inicios en el mundo de los blogs, rápidamente fue usado por empresas y escuelas, y por cualquier persona con algo que compartir.

«La ventaja de este formato es que cuando grabás un programa podés ofrecerlo para que pueda ser oído por la gente donde quieran, como quieran y cuando quieran. A diferencia de la radio en vivo, esto es algo más relajado y corto, se graba un archivo y finalmente se sube a internet a varias plataformas. Los más atractivos son los que tienen especialistas, y predomina la temática de tecnología y series», cuenta.

Banchero explica que en Estados Unidos hay «estrellas» del podcast y que el formato se consume bastante porque la calidad del servicio de internet es superior, lo que permite una mayor descarga de contenidos. Está diseñado de manera tal que uno pueda escucharlo yendo de un lado al otro. «La idea es matar el tiempo que tenés yendo de tu casa al trabajo o del trabajo al gimnasio o del trabajo a la facultad».

Dentro de los preferidos encontramos Gordopodcast.com.ar, el sitio web creado por Luciano y dos de sus amigos, Santiago Mateo y Diego Papic. Ellos se definen como tres amigos hablando de cine y series con una botella de whisky que «arranca llena y termina vacía». La idea surgió luego de una charla informal. En ese momento se dieron cuenta de que sería muy bueno grabar esa conversación y de paso «usar el podcast como excusa para juntarse una vez por semana» y actualizar lo que les iba sucediendo cuando no se veían. Así, hacen aquello que mejor saben hacer: hablar de cine y series televisivas.

Luciano se compró un micrófono, aprendió a editar y se define como amigo de la filosofía «hacelo vos mismo». El estudio con el que cuentan es portátil y los lugares de grabación varían.

Por eso, después de este primer gran éxito en el rubro, decidió armar más, como «Apesta», «Café y Tevé» y «Marte Ataca». Para fin de año está preparando el lanzamiento de una red con programas nuevos que se suman a los ya mencionados.

Banchero resalta la empatía que se genera con su audiencia y rescata la intimidad que se produce: «Muchos de los oyentes nos dicen que sienten que están con nosotros en esa charla. Nos cuentan que se ponen a gritar mientras están escuchando, lo que muestra que se involucran y pasan a formar parte de esa mesa de amigos. Me encanta que se generen esas cosas».

«Mis ganas surgen de una necesidad de hablar y hacerme escuchar. Lo que más me gusta es que uno tiene que imaginarse las cosas generando un ambiente de intimidad. Siento que nuestro entusiasmo se contagió porque de golpe hay gente que se dio cuenta de que el formato está bueno y garpa. Algunos lo hacen de manera más amateur, otros de forma más profesional. Yo apunto a profesionalizarlo y, si bien no es un reemplazo de la radio, como muchos piensan, es una buena alternativa. Tal vez estaba la sensación de que acá no iba a funcionar, había gente que lo intentaba y no le salía. Me parece que el momento coyuntural para que funcione es éste».

Fuente: Infobae