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En California se aprobó una ley que obligará a todas las compañías que fabriquen teléfonos con una tecnología para dejar el teléfono inoperativo en caso de robo o extravío

Los robos de teléfonos inteligentes son un problema en todo el mundo y, por ese motivo, en California, Estados Unidos, se aprobó una ley que obliga a las compañías a instalar una tecnología que permita que el usuario deje inoperativo el smartphone por si se lo roban o si lo pierde.

El encargado de aprobar esta ley fue Jerry Brown, el gobernador del Estado de California. Lleva el nombre de «Kill Switch» que establece que aquellos dispositivos que se fabriquen desde julio de 2015 deberán tener un software que permita dejarlos sin uso, sistema similar al «Find my iPhone», que ya posee Apple.

La idea es que sea lo suficientemente potente para no permitir que nadie vuelva a restablecer el teléfono, a no ser que sea un usuario autorizado.

El fin de esta ley es reducir el número de robos, que crece en todo el mundo.

Fuente: minutouno.com