Microsoft: el Lumia 430 y el desafío de hacer crecer Windows Phone

La compañía presentó su smartphone más barato a la fecha, mientas plantea una estrategia que implica mejorar su presencia en Android y en iOS



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La compañía presentó su smartphone más barato a la fecha, mientas plantea una estrategia que implica mejorar su presencia en Android y en iOS




Microsoft presentó ayer su smartphone más económico a la fecha: el Lumia 430. Continúa su apuesta por la gama baja, que es la que mejores frutos le ha rendido, al menos en términos de volumen de ventas, con los Lumia 520 y 530 a la cabeza.

Así, el Lumia 430 baja aún más la vara de entrada a esta plataforma, con un teléfono que tendrá un precio internacional de 70 dólares (eso es muy bajo) y que ofrece una pantalla de 4 pulgadas con resolución de 800 x 480 pixeles, un procesador Qualcomm Snapdragon 200 de doble núcleo a 1,2 GHz, 1 GB de RAM y 8 GB de almacenamiento interno de 8 gigabytes, ampliables con una tarjeta de memoria.

Tiene, también, una cámara principal de 2 megapixeles y una frontal de 0,3 megapixeles, además de una batería de 1500 mAh, así como 3G, Wi-Fi, GPS y Bluetooth.

Saldrá a la venta en abril próximo en Asia y parte de Europa y debería actualizarse a Windows 10 cuando esté disponible en el tercer trimestre del año.

Y junto con los Lumia 640 y 640 XL que la compañía presentó a principios de este mes en Barcelona, en el Congreso Mundial de Móviles, son un interesante grupo para completar los 5 años de vida de la plataforma.

¿Dónde está, entonces, el equipo insignia, el sucesor del Lumia 1020 o del 930, que marque el norte en 2015? Paciencia: habrá que esperar al lanzamiento oficial de Windows 10, según Frank Shaw, vicepresidente ejecutivo de Microsoft, y su principal vocero, es decir, a una fecha cercana a septiembre.

-Windows Phone lleva ya 5 años en el mercado, y cerró 2014 con el 2,8 por ciento de las ventas mundiales de smartphones. ¿Por qué no logró una cuota mayor?

-Hemos tenido muy buenos competidores: Google, Samsung, Apple, todos hicieron un gran trabajo. Y no debemos soslayar eso. Hicieron todo muy bien. Pero lo que hemos visto es que en mercados en los que los teléfonos no están tan subsidiados como en Estados Unidos, tendemos a tener una mejor participación de mercado. En Europa y en Asia hay países en los que estamos arriba del 10%, otros arriba del 20%. El mercado más difícil es EEUU: ahí es donde un número muy grande de desarrolladores vive, y es donde buena parte de la prensa de tecnología vive. A veces digo: si pudiera llevarlos a Roma por un año, tendrían una visión completamente diferente de cómo nos va. Pero tenemos que resolver la falta de algunas aplicaciones que están en Android y en iOS, seguir invirtiendo en mejores dispositivos, y la presencia en los negocios.

Con la mención a Roma, Shaw se refiere a números como los de la consultora Kantar, que estimaba que entre noviembre último y enero de este año las ventas de Windows Phone fueron del 4,3% en EE.UU, del 2,5% en España, del 7,4% en Inglaterra, 8,9 en Alemania y del 13 por ciento en Francia y en Italia. En la Argentina, según la misma consultora, se llevó el 9,1 por ciento de las ventas durante ese período. Aún así, la plataforma supo tener un porcentaje de mercado más alto en la primera mitad de 2014 en Europa.

Microsoft está en una posición difícil respecto de su plataforma móvil: algunos consideran que fue un error comprar la división de móviles de Nokia; otros, que era la única manera de mantener con vida a su principal socio. Como fuere, la compañía sigue sumando marcas (la más reciente, Xiaomi, el tercer o cuarto fabricante de smartphones en el mundo, permitirá que algunos usuarios instalen una versión de Windows 10 sobre unos smartphones Mi 4; que ahora la licencia para usar Windows Phone sea gratis seguro es un aliciente), aunque más del 90% de las ventas siguen siendo de los Lumia. A la vez, la compañía está apostando por expandir la oferta de sus herramientas (el Office, OneDrive, Cortana, etcétera) hacia Android y en iOS; para cada una de esas plataformas móviles ya creó más medio centenar de aplicaciones.

-¿Hacer eso no le quita atractivo a Windows Phone?

-Es un balance delicado que tenemos que lograr. El valor de Windows está en todo lo que agregamos a la plataforma. Pero tratamos de no verlo como un juego de suma cero: es fácil caer en una visión de «una cosa o la otra», pero en el mundo en el que vivimos la gente tiene múltiples dispositivos de varias marcas. Nosotros pensamos a la gente en el centro, con varios dispositivos alrededor; algunos serán nuestros, otros no. Y lo que queremos es que la persona que usa nuestros productos tenga una buena experiencia sin importar en qué dispositivos los usa. A la larga esperamos que la gente participe más en el ecosistema de Microsoft, sumarlos al Office, a OneDrive, etcétera. Pero es un empuje muy suave. A la vez, tenemos la posibilidad de diferenciarnos en nuestra propia plataforma: ya tenés el Office preinstalado, en la Surface 3 Pro el OneNote está a un clic de distancia y tenés la birome especial. Lo mismo en Lumia: queremos hacer cosas que atraigan a la gente a nuestra plataforma. Pero nuestro objetivo principal es lograr que la gente use los servicios de Microsoft en sus dispositivos, no importa cuáles sean. Si les sirven y les gustan, es bueno para la compañía.

El desafío, para la compañía de la que es parte Shaw, es enorme: lograr mantener el ritmo de ventas; encontrar cómo mejorar su presencia en la gama alta (donde están las ganancias necesarias para mantener a flote la división de móviles de Microsoft, y en donde se enfoca la mayoría de los desarrolladores); competir al mismo tiempo codo a codo con los Android cada vez más económicos; llevar la marca Microsoft a la competencia (con el Office para Android y para iOS, con Cortana o Skype); a la vez, mantener en Windows Phone el atractivo suficiente para mantenerlo relevante.

La decisión de incluir lentes Carl Zeiss en equipos de gama media/baja como los Lumia 640 parece ser un buen paso en ese camino. «La diferencia entre un móvil «insignia» y uno de gama media es cada vez menor -dice Shaw-, así que estamos viendo cómo diferenciarnos en esa categoría, para no hacer lo mismo que los demás.»

Fuente: La Nación