Google Maps cumple hoy 10 años

El servicio de cartografía digital celebra una década de vida y Manik Gupta, uno de sus responsables, hace un repaso de su evolución



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El servicio de cartografía digital celebra una década de vida y Manik Gupta, uno de sus responsables, hace un repaso de su evolución




Al menos dos compañías ofrecen cintas de ejercicio para correr o bicis fijas de ejercicio que se vinculan a Google Street View. Así, en el gimnasio, puede jugar a que está trotando en París o en Tokio. Es un concepto extraño, porque no tiene límite: se puede ir a cualquier lugar que esté registrado por Street View, el más espectacular de la familia de servicios de cartografía que nacieron hace una década.

Fue el 8 de febrero de 2005 cuando se presentó Google Maps, pero como una versión Web para computadoras de escritorio, a la que siguió la versión para teléfonos celulares (en abril de ese año) y Google Earth, en mayo (a propósito: la versión Pro, más completa, ahora es gratis). Street View nació dos años después. Luego llegaron las fotos satelitales de alta resolución, los gráficos 3D de los monumentos, los planos bajo techo, la navegación asistida, el tránsito en tiempo real y los contenidos que suman los usuarios.

Los mapas digitales existían hacía tiempo (tanto en la Web como integrados en los GPS), pero la decisión de una compañía del porte de Google cambió el escenario, precipitando el lanzamiento de servicios similares de Microsoft y de Yahoo!, y la compra de la compañía de cartografía Navteq por Nokia en 2007.

«Entramos en el mundo de los mapas porque vimos que entonces una consulta muy común en Google era cómo ir de un lugar a tal otro, o buscaba la dirección de una tienda, y entendimos que teníamos que tener una herramienta para eso», explica Manik Gupta, uno de los máximos responsables de Google Maps. «Aun hoy, el 20% de las búsquedas en Google están relacionadas con la ubicación de algo», afirma.

Cuando Google Maps nació, cubría 4 países. Hoy son unos 200, y compite con herramientas similares de Nokia (HERE), el proyecto colaborativo OpenStreetMap y productos como los mapas de Apple, Garmin, TomTom (la duela del proveedor de cartografía TeleAtlas) y varios otros.

«Al principio dependíamos de mapas de terceros, pero en los últimos años estamos creando nuestros propios mapas, porque podemos actualizarlos cuando lo necesitamos», dice Gupta, que reconoce que lo que cambió es lo que la gente espera de un mapa.» Hace diez años, el mapa era algo estático: un papel que ayudaba a ir de un lado a otro. Google (y sus competidores) transformaron esto al sumarle capas de contenido, puntos de interés y, en los últimos tiempos, contenido provisto por los usuarios y actualizaciones al instante, por más pasajeras que sean (un embotellamiento, por ejemplo).

«El mayor desafío que tenemos no es mapear algo por primera vez, sino mantenernos al día con todos los cambios», afirma Gupta, que comenzó a trabajar en el área de mapas hace cuatro años, y que considera el trabajo una pasión: «me di cuenta que con los mapas podés ayudar a los demás, mi familia se mueve en India de una manera diferente porque tienen más información de a dónde van, dónde están, etcétera. Al usuario hoy podemos darle muchísima información sobre su travesía, le permite tomar decisiones sobre la marcha para un viaje que antes quizá requería más preparación».

Al hacerlo, debe definir primero cómo guiar al usuario: «en Occidente si le preguntás a alguien cómo llegar a un lugar te dirá los nombres de las calles que tenés que tomar, pero en otros lugares como India no es así: ahí la costumbre es usar otras referencias: doblá cuando llegues al templo, es la segunda calle después de un árbol enorme que hay en una esquina, etcétera. Tuvimos que adaptar la aplicación para que diera esa clase de indicaciones», dice.

Pero toda esa información no es perfecta, ni está a salvo de errores, como demuestran los que se pierden (o se caen a una zanja) siguiendo a ciegas el GPS. «Es una herramienta -dice Gupta-. Y debe tratarse como tal. Te ayuda a tomar decisiones, pero no deberías creer ciegamente en ella simplemente porque está ahí.»

Según el ejecutivo de Google Maps, ese es uno de los problemas más grandes de la cartografía digital (propia y ajena), y el principal desafío hacia el futuro: hacer que el mapa, como el recorte que Google hace de Internet, sea el más reciente posible; mantener actualizados los mapas, reflejar en forma digital las modificaciones del mundo físico, que parece inmóvil pero está en constante cambio..

Fuente: La Nacion