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Un estudio privado estimó que ese fue el impacto de la reducción de las tasas de participaciones de varones y mujeres de hasta esa edad en los pasados doce meses. Responde a la caída del empleo privado.

«Una vez más, los indicadores socioeconómicos, que surgen del procesamiento de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, dieron cuenta de que la franja de varones y mujeres de hasta 29 años fueron las más perjudicadas por el receso que comenzó a acusar la generación de riqueza», indica un nuevo informe del mercado de trabajo del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales.

Ya dos años atrás la casa de altos estudios había detectado el fenómeno, pero ahora observa que «parece agudizarse no sólo porque el desempleo en ese segmento se mantiene en dos dígitos altos: 13,3% de los habitantes de hasta ese límite etáreo para el sexo masculino y 16,6% para el femenino, sino también porque en los últimos doce meses a junio se acentuó el efecto desaliento: la oferta en el mercado de trabajo registró sendas caídas de 0,7 y 1,7 puntos porcentuales, abarcó a más de 85.000 jóvenes. Desde que rige el cepo cambiario, ese comportamiento involucró a más de 128.000 personas», resalta el trabajo.

El estudio dio cuenta que «en el segundo trimestre de 2014 la tasa de empleo de los jóvenes de 14 a 29 años respecto de un año antes subió en 0,2 puntos porcentuales, tanto en la franja femenina como en la masculina; significó un incremento de la nómina de ocupados en unas 55.500 personas. Sin embargo, esas oportunidades laborales netas volvieron a estar muy por debajo de las expectativas de la mayoría de esa porción de la población, y por eso muchos se vieron forzados a postergar sus aspiraciones a ocuparse en actividades rentadas y destinar su tiempo a intensificar la capacitación o bien a emplearse en tareas no declaradas bajo el ámbito familiar».

Agrega el IDELAS-UCES que «la tasa de participación de los varones jóvenes se redujo a 55% de la población de esa edad, y en el caso de las mujeres disminuyó a 37,9 por ciento. Acusó sendas declinaciones de 2,8 y 1,3 puntos porcentuales respectivamente en la medición del organismo oficial de estadística para los 31 aglomerados urbanos relevados, respectivamente, aunque se atenúa a 0,7 y 1,7 puntos porcentuales cuando se extrapolan esas tasas al total nacional».

Causas claramente endógenas

La caída de la tasa de actividad también se detectó en la población madura, de 30 a 64 años, en este caso en 1,2 puntos para los hombres y 1,5 para las mujeres, para los citados aglomerados urbanos y 0,6 y 1 punto porcentual en la proyección al total país.

«Estas claras señales que emite el mercado de trabajo son la consecuencia directa de las crecientes y desafortunadas regulaciones de la economía y aumento de la presión tributaria, a niveles que han contribuido no sólo a desalentar los emprendimientos productivos, sino también el ritmo de actividad que mantenían los productores de bienes y servicios», resalta el análisis de la casa de altos estudios.

«Y si bien el escenario internacional mostró en los últimos doce meses cambios en las tasas de crecimiento de las economías más expansivas, como la de China e incluso de países vecinos, son pocos los que han pasado a signo negativo y a registrar cuadros de aceleración de la inflación, como reflejaron las cuentas nacionales del Indec para la Argentina», concluye IDELAS UCES.

El fenómeno ha golpeado mucho a las provincias patagónicas, que en el pasado se habían caracterizado por ser las más expansivas y lideran los niveles de salarios, se observó una acentuadaretracción de los varones jóvenes a participar del mercado de trabajo, desde que se impuso el cepo cambiario y el desaliento a las importaciones, incluso de partes necesarias para la producción y ensamblaje de bienes de consumo con valor agregado para el mercado interno, y también para la exportación.

«Un factor compensador de las difíciles condiciones de vida que ofrece la estepa patagónica es ofrecer una remuneración del trabajo en una proporción sustancialmente más alta que la media del país. Sin embargo, pese a que esa característica se mantuvo, se observó que el cepo cambiario quebró el crecimiento de las industrias extractivas y también de las ensambladoras de productos electrónicos y de electrodomésticos del sur, porque no pudieron mantener el ritmo productivo», destaca el trabajo.

En el último año a junio bajó la tasa de actividad de los varones de hasta 29 años en 11,8 puntos porcentuales en Tierra del Fuego; 9,4 pp en Neuquén; 5,4 pp en Santa Cruz; y 2,2 pp en Chubut, la excepción fue Río Negro donde creció 11,7 puntos porcentuales. Pero también declinó de modo significativo en varias provincias del norte y centro del país, como Entre Ríos 14,7 puntos porcentuales; Chaco 8,9 pp; Jujuy 8,9 y Santa Fe 3,5 puntos porcentuales de la población de esas jurisdicciones.

El balance del año para las 24 provincias fue de 14 bajas de la población económicamente activa, dos casi sin cambios y 8 con aumento, con una media de 52% y 2,72 millones de personas. Mientras que respecto al momento previo al cepo cambiario la baja de la tasa de actividad de la franja masculina de 14 a 29 años fue más generalizada: 18 casos, en una se estancó y sólo repuntó en las cinco restantes.

El cuadro se agravó en el trimestre siguiente cuando diversas firmas debieron pasar de las suspensiones rotativas del personal, por la supresión de turnos de producción, a despidos, incluso de cuadros altamente calificados, como ingenieros, licenciados y expertos en investigación y desarrollo, por imposibilidad de afrontar los pagos de la nómina con un mercado que en algunas líneas se contrajo más de 40% respecto del récord previo.

Fuente: Infobae