El Ébola en primera persona: el testimonio de una paciente argentina

Ayelén Saavedra es una de las dos chicas que la semana pasada fueron tratadas por "posibles" casos de Ébola. La joven contó la experiencia



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Ayelén Saavedra es una de las dos chicas que la semana pasada fueron tratadas por «posibles» casos de Ébola. La joven contó la experiencia




Ayelén Saavedra es una de las dos chicas que la semana pasada fueron tratadas como los dos primeros «posibles» casos de Ébola en el país. La joven habló con minutouno.com y contó su experiencia, tras cuatro días internada en el Hospital Muñiz, bajo el protocolo hospitalario con Alerta Nacional por el virus.

Ayelén viajó como misionera a Nigeria y a su vuelta se encontró con un médico que después de hacerle una serie de preguntas, y al enterarse que había estado en África las últimas semanas, le dijo algo que no esperaba: que era un «posible peligro para la Argentina».

«El proceso fue difícil, sentir la soledad, no saber qué iba a pasar, el total aislamiento», enumera Ayelén al recordar cómo fueron los cuatro días de la semana pasada, en que una consulta médica por un malestar gástrico, terminó con su traslado en una cápsula y en una ambulancia especial, hacia el Hospital de Enfermedades Infecciosas «Dr. Francisco Javier Muñiz».

Junto a su compañera de viaje y tras algunos problemas estomacales, Ayelén decidió hacer una consulta médica la semana pasada, el primer paso hacia todo lo que vino después. «Cuando llegamos a la guardia del primer hospital nos preguntaron de donde veníamos y les contamos que de Nigeria, África», recuerda, antes de que los médicos les informaran que por esa razón ambas estaban «dentro del Protocolo Hospitalario con Alerta Nacional por el Ébola», uno de los vírus más mortales que existen en el mundo, el que hoy azota fuertemente a África y con el que hasta esta semana ella podría haber estado infectada.

«En lo personal el momento más difícil fue la internación y el traslado en la cápsula desde el hospital donde fuimos a hacer la consulta hasta el Muñiz, como que no podía creer que me estaba pasando esto, nunca me lo hubiese imaginado. El no saber qué iba a pasar después, cuánto tiempo iba a estar aislada, el hecho de ver las reacciones de las personas con un miedo terrible a que pueda tener Ébola y puedan ser contagiadas», admite Ayelén.

Y en esa línea, la joven de 26 años comparte una escena, un momento que le hizo tomar dimensión de lo que le estaba pasando: «A una empleada de limpieza del hospital le pase un objeto y sin querer la rocié con mi mano, se puso a llorar con miedo diciendo que tenía dos hijos. Fue fuerte para mí».

Lluego de los primeros estudios y de resultados favorables de los análisis, las jóvenes pudieron acceder a sus teléfonos celulares, con los que registraron detalles de sus días de aislamiento, «Si, lo pedí en manera especial. Los primeros dos días no nos dejaron pero luego cedieron», explica Ayelén, que compartió en redes sociales el paso a paso de su internación.

«Tomamos todas las medidas preventivas antes, durante y después del viaje. En Nigeria ya casi no se habla del Ébola. Hay controles en los aeropuertos, pero nada más», comenta, antes de afirmar: «nunca tuve miedo», a pesar de la posibilidad del virus.

Ya tranquila y tras los estudios que descartaron el Ébola en su organismo, Ayelén agradecio «a cada persona que estuvo orando por nosotras y al doctor (Jorge) San Juan, a la doctora Mabel Mogueras, a la doctora Elizabeth Virgilio y a todo el cuerpo de médicos del hospital Muñiz que realizaron un muy buen trabajo. Están muy preparados», expresó la joven, junto a su amiga las dos primeras pacientes con «posible» ébola tratadas en el páís.

Fuente: Minuto Uno

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