El profesor envenenado rompió el silencio: “No sé si seguir educando”

Miguel Ángel Porro habló de su futuro en la docencia y explicó la relación que tiene con la alumna que le puso veneno en el agua.



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Miguel Ángel Porro habló de su futuro en la docencia y explicó la relación que tiene con la alumna que le puso veneno en el agua.




Miguel Ángel Porro, el profesor de primer año que fue envenenado por una alumna en un colegio de Villa Ballester, afirmó que analiza “dejar la docencia” por el episodio, y afirmó que pese a estar “contenido desde lo clínico” se siente “mal desde lo emocional”.

Sobre la joven, explicó que «es una alumna que no estudia y no quería estar en esa escuela”, y aclaró: «No tengo ninguna animosidad contra una niña que tiene un hogar destruido, una conducta que no corresponde a su edad y que está muy conflictuada».

«Estoy pensando seriamente en dejar la docencia, porque es como hablar en el desierto»

En diálogo con Radio América, el docente cuestionó la lectura que la dirección de la escuela hizo del hecho: «Si me moría era homicidio, ahora pasó a ser una broma pesada». «Hace 10 años que soy docente y los alumnos tienen razón según la directora. El médico me prohibió que vuelva a dar clases porque estoy angustiado y mal», sostuvo.

Además, pidió un «cuestionamiento a qué está pasando en el sistema educativo, cuál es nuestro rol y de qué manera se puede solucionar», y afirmó que «estoy pensando seriamente en dejar la docencia, porque es como hablar en el desierto».

Porro es docente de Construcción de la ciudadanía en el colegio Comercial Número 13 de Ballester, y fue puesto en observación en terapia intensiva porque una alumna le puso veneno para cucarachas en su botella de agua durante una clase.

LA DESCRIPCIÓN DEL HECHO

«Ese día compré una botella y fui a dar clases. La puse en el escritorio y, antes de que terminara la clase, viene un grupo de chicos de otro año a buscar un libro de temas y se lo llevan», explicó Porro, y dijo que tuvo que salir hasta el pasillo para llamarle la atención a un grupo que estaba en hora libre y «hacían un poco de lío».

«Es una alumna que no estudia y no quería estar en esa escuela”, dijo sobre la joven

«En ese momento, tomé una pastilla para la diabetes y un sorbo de agua de la botella», continuó el profesor, y detalló que uno de los chicos que había ido a buscar el libro de temas le advirtió que una alumna había puesto veneno para ratas.

«Miré la botella y estaba blancuzca, opaca y con pintitas como amebas de aceite», detalló, tras lo cual otra alumna le dijo que la chica había contaminado el agua con «veneno para cucarachas».

Fuente: Infonews

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