Zaffaroni: «Los delincuentes son argentinos, no hay que confundirse”

El juez de la Corte Suprema rechazó la embestida contra los nacidos en otros países que cometen ilícitos.



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El juez de la Corte Suprema rechazó la embestida contra los nacidos en otros países que cometen ilícitos.




El magistrado Eugenio Raúl Zaffaroni volvió a alzar su voz en el debate que puso a los ciudadanos foráneos en la mira por la inseguridad y señaló: «Los delincuentes son argentinos, no nos confundamos».

Al respecto aseguró que «no hay ninguna sobrerrepresentación» de personas de otros países. «Incluso algunas minorías, como la boliviana, no tienen casi representación en delincuencia grave», apuntó.

Sobre la iniciativa de la reforma del Código que propone la expulsión de extranjeros que cometan ilícitos en el país, enfatizó que esto «no es ninguna novedad en el derecho comparado», pero remarcó que «es imposible usarla para delitos graves, salvo después de cumplida la mayor parte de la pena en prisión».

En este sentido, amplió que aplicar esto en delitos graves «sería de una benignidad inadmisible: los argentinos presos o cumpliendo pena sustitutiva y los extranjeros sueltos y felices en su país».

El juez de la Corte Suprema señaló además que que «el populacherismo penal es una táctica detestable» que consiste en «montarse sobre los peores prejuicios discriminatorios existentes en una sociedad».

Sobre el proyecto de reforma del Código Procesal Penal que impulsa el oficialismo, Zaffaroni rehusó la figura de «la conmoción interna», al indicar que «es un término abominable» ya que «la repercusión social como obstáculo a la excarcelación no es más que la repercusión mediática».

«La prisión preventiva debe ser la excepción y nunca la regla. Se quiera o no, es una pena sin condena. Su imposición o cesación no puede quedar en manos de la televisión», puntualizó el juez en una entrevista que publica hoy el diario Página/12.

En cuanto al debate sobre la baja en la edad de imputabilidad, Zaffaroni expresó que «la criminalización de adolescentes como pretendido remedio a la violencia no hace más que potenciarla», por lo que remarcó que «la propaganda de este remedio es una estafa».

Al respecto, añadió que instalar la esta discusión es «una forma más de explotar la credulidad del público, una suerte de forma de ejercicio ilegal de la medicina ofreciendo tratamientos infalibles».

El funcionario judicial también insistió en la necesidad de que se discuta sobre el futuro del máximo tribunal tras el fallecimiento de los jueces Carmen Argibay y Enrique Petracchi, a lo que se suma su retiro en diciembre, y advirtió que es «una irresponsabilidad institucional no aceptar la discusión acerca de ningún candidato».

En tanto, descartó presentarse a un puesto ejecutivo o legislativo tras su retiro y se quejó porque lo han «hecho presunto candidato a las cosas más extrañas, lo que en todos los casos, como los hechos han corroborado, fue falso».

A poco de jubilarse, el juez de la Corte Suprema reiteró que «lo ideal» es «una Corte con no menos de 12 e incluso 15 ministros, dividida en salas especializadas para tratar los temas que llegan por vía de la llamada -arbitrariedad-, que no es otra cosa que una Casación».

Fuente: Infobae.com

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