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Luego de que el estudio de ADN determinó que un rastro de sangre encontrado en el lugar del crimen es de Lucas Azcona. 

«El ADN es concluyente y se suma al resto de las pruebas que hay contra Azcona. Eso determina que el acusado estuvo en la escena del crimen. Para nosotros el caso está cerrado», le dijo a la agencia DyN Julio Cisterna, uno de los abogados que representa a la familia de Nicole.

En la calle Don Bosco al 4200, donde la estudiante fue asesinada el 15 de julio pasado de 11 puñaladas, se encontraron otras manchas de sangre que se sospechó que eran del atacante, quien cuando apuñaló a la víctima se lastimó la mano.

Esa sangre se comparó con el ADN de Azcona y dio positivo, y se sumó a las declaraciones de dos empleadas del trabajo del acusado que dijeron que ese día fue al trabajo con una de sus manos ensangrentadas. Por otra parte, hoy declararon dos chicas que reconocieron a Azcona como su atacante en otros hechos.

Una de ellas es Débora, quien declaró ante el juez de instrucción Luis Zelaya y reiteró lo que había dicho ante los medios: que salió del gimnasio, se tomó el colectivo y una persona se subió y se bajó con ella, la siguió y cerca de su casa intentó abusarla, situación de la que pudo evadirse cuando se le cayó el celular y su victimario intentó agarrarlo.

Débora dijo que reconoce a Azcona por su cara, los piercing, su vestimenta y porque solía ir a comprar al kiosco en el que ella trabaja. También declaró Cinthya, quien vive a la vuelta de la casa del abuelo de Azcona, y dijo que en varias oportunidades el acusado la persiguió en la calle pero nunca la atacó.

Para la semana próxima están previstas las declaraciones de otras dos mujeres y se realizarán las pericias psiquiátricas y psicológicas a Azcona.

Una de las denunciantes que declaró tiene una sorprendente similitud con Sessarego Borquez, a punto tal que los investigadores tomaron nota de ese detalle para notificarlo a los psiquiatras que someterán a Azcona a un test para determinar su estado mental.

Tras el resultado «positivo» del cotejo de ADN de Azcona con cuatro manchas de sangre halladas en la escena del crimen, la investigación se orienta ahora en dos sentidos: determinar si hubo otros casos similares, y establecer si Azcona es o no imputable.

El juzgado ya recibió una consulta para cotejar el ADN de Azcona con una víctima de una violación en un episodio aún impune ocurrido en la provincia de Buenos Aires, quien cree haberlo reconocido en las filmaciones difundidas en los últimos días.

En cuanto a la condición psiquiátrica del detenido, el abogado Rodrigo González -quien ya dejó de asistir a Azcona- había pedido la designación de un «tutor» porque sostenía que el acusado no está en condiciones de afrontar un proceso penal.

González estuvo menos de 24 horas en la defensa de Azcona: fuentes judiciales revelaron que el propio imputado le firmó la designación en la alcaidía del Palacio de Tribunales, pero su propio padre lo desautorizó y revocó esa medida.

Hoy Azcona volvió a estar defendido por el defensor oficial Gastón Barreiro. El acusado, de 22 años, fue entregado a la Justicia por su padre el domingo pasado que dijo reconocer a su hijo en las imágenes de las cámaras de seguridad del día del crimen.

Fuente: Minuto Uno