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La mandataria lanzó una catarata de tuits para cuestionar el aval de la ecologista a su rival para la segunda vuelta electoral y remarcó que «el voto no es propiedad de ningún candidato; es del ciudadano».

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff , no tardó en reaccionar ante el anuncio de la ex candidata presidencial Marina Silva , que salió tercera en las elecciones de hace una semana, sobre su apoyo al rival de la mandataria para la segunda vuelta, Aécio Neves (Partido de la Social Democracia de Brasil). En una catarata de tuits, afirmó que ambos políticos «representan el retroceso» y subrayó que «el voto no es propiedad de ningún candidato».

«Aquellos que están conmigo representan mi proyecto de país: el de avance. Los que están (PSDB) del otro lado representan el retroceso», escribió la presidenta a través de su cuenta de Twitter.

La afirmación fue realizada poco después de que Silva, quien reunió unos 22 millones de votos el domingo pasado al representar al Partido Socialista de Brasil (PSB), anunciara su apoyo formal al candidato del liberal Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

«Considero compresible que Marina Silva apoye a Aécio Neves. Al final, los programas económicos de los dos se asemejan», lanzó la candidata del Partido de los Trabajadores (PT). «Ellos están a favor de reducir el papel de los bancos públicos, lo que significa acabar con [los planes sociales] Mi Casa, Mi Vida. Nosotros estamos en contra», agregó.
En opinión de Rousseff, los brasileños elegirán el próximo 26 de octubre, en la segunda vuelta, entre «dos visiones», considerando que ella propugna que tiene «un compromiso con el pueblo» y su rival, «un retroceso».

«Los que están del lado adversario representan una visión de la economía que cuando estuvo en el Gobierno quebró el país tres veces», sostuvo Rousseff.

Según la mandataria, los Gobiernos del PSDB, que tuvo la Presidencia entre 1992 y 2003, estaban «en quiebra» porque las reservas de divisas eran «mucho menores» que la deuda externa.

Los gobiernos del PSDB, con los presidentes Itamar Franco y Fernando Henrique Cardoso, fueron responsables por aplicar planes de estabilización económica con los que Brasil se recuperó de la grave crisis de la década de 1980, cuando el país sí tuvo que declarar la moratoria de la deuda.

Asimismo, la jefa de Estado manifestó que las políticas económicas del PSDB causaron altas tasas de inflación y de desempleo.

Para contraponer su proyecto de gobierno al de su contrincante, Rousseff repasó algunos índices relativos a su gestión y a la de su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva, quien gobernó el país durante dos periodos, entre 2003 y 2010. «Hoy Brasil tiene la menor tasa de desempleo de su historia. Nosotros valorizamos el salario mínimo en un 70 por ciento», afirmó.

«EL VOTO ES DEL CIUDADANO»

Por otro lado, Rousseff subrayó en una conferencia de prensa en San Pablo que «el voto no es de nadie». «Es de quien va a la urna y registra el voto. No es propiedad ni mía ni de cualquier candidato. Es del ciudadano», dijo, y pidió «respeto a la autonomía e independencia de cada ciudadano».

La candidata a la reelección y el ex gobernador de Minas Gerais marchan empatados técnicamente de cara al ballotage del 26 de octubre, según dos sondeos de opinión publicados la semana pasada, tras la primera ronda electoral.

Según las encuestas de las consultoras privadas Datafolha e Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope), Neves tendría el 46 por ciento de las intenciones de voto, frente al 44 por ciento de la mandataria. Ambos estudios manejan un margen de error de dos puntos porcentuales.

Fuente: La Nación