No Banner to display

Crítica de las posturas xenófobas del partido, la cantante dijo que quería escuchar de los propios labios de la dirigente su posición sobre los derechos humanos.

¿Y si finalmente Madonna y Marine Le Pen se reconciliaran tomando un trago juntas? A juzgar por las declaraciones de la célebre cantante y la presidenta del ultraderechista Frente Nacional, la hipótesis no parece tan descabellada.

En una gira de promoción para su nuevo álbum, Rebel Heart, que sale a la venta esta semana en Francia, Madonna declaró anteayer en la televisión que «le gustaría tomar un trago con Marine Le Pen» para «escuchar de sus propios labios qué piensa de los derechos humanos. No sólo en Francia, sino en el resto del mundo».

«Tal vez nunca comprendí a Marine Le Pen», explicó la estrella norteamericana, de 56 años. «Conmigo, la gente tiene una idea de quién soy, cuáles son mis compromisos y en lo que creo. Sin embargo, cuando toman una copa conmigo, se van con una idea totalmente diferente», agregó. Y concluyó: «Lo que yo quiero es la paz en el mundo».

Hace tres años, durante su última gira mundial, Madonna había manifestado su rechazo a toda forma de xenofobia y de racismo. Incluso, su espectáculo presentaba un video donde la actual presidente del FN aparecía furtivamente con una cruz gamada en la frente. Si bien en su escala parisina decidió no difundir esas imágenes, no obstante rindió un homenaje a la «tolerancia» en Francia.

Después de comenzar rechazando la sorpresiva invitación formulada ahora, Marine Le Pen cambió anoche de idea: «Acepto con gusto la invitación de Madonna. Aprecio a la gente que actúa de buena fe», anunció.

La semana pasada, Madonna se declaró «espantada» por «el nivel de intolerancia» que existe actualmente en Francia. En junio de 2014 también se mostró «inquieta por el avance del Frente Nacional».

Una constatación que traduce claramente la realidad: con 33% de intenciones de voto, el partido de extrema derecha llegará holgadamente primero en la primera vuelta de las elecciones departamentales del 22 y 29 de marzo, según un sondeo realizado por el instituto Odoxa publicado anteayer en Francia. Le siguen la derecha conservadora de la Unión por una Mayoría Popular (UMP), con 27%, y el Partido Socialista (PS), con 19%.

El voto «frentista» -según la encuesta- habría progresado siete puntos con respecto a un estudio precedente, realizado en enero pasado. Poco a poco, la presidenta del FN gana puntos y se instala en posición de fuerza.

Desde que sucedió a su padre, Marine Le Pen se fijó el objetivo de «desdiabolizar» el partido y enclavarlo a nivel local para preparar mejor la conquista nacional. Desde hace cuatro años su «nivel de futuro» -es decir, el porcentaje de gente que quisiera verla tener un papel más importante en el futuro- se ha instalado sólidamente entre 25% y 33% en el barómetro mensual de otro instituto, Sofres. En febrero, ese porcentaje se elevaba a 36% entre los jóvenes de 18 a 24 años, en particular los que carecen de diplomas; a 47% entre los obreros, y a 35% en las categorías sociales modestas o «medio inferiores».

Fuente: La Nación