Dilma Rousseff, indignada por la ejecución de un ciudadano brasileño en Indonesia

Luego de que le fue confirmada la ejecución del brasileño Marco Archer Cardoso Moreira en Indonesia, condenado a muerte por narcotráfico.



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Luego de que le fue confirmada la ejecución del brasileño Marco Archer Cardoso Moreira en Indonesia, condenado a muerte por narcotráfico.




«La presidenta Dilma Rousseff tomó conocimiento, consternada e indignada, de la ejecución de Marco Archer», condenado a muerte igual que el también brasileño Rodrigo Muxfeldt Gularte, quien permanece en el «corredor de la muerte» de una cárcel indonesia a la espera de que se fije fecha para su fusilamiento.

El comunicado confirma que Archer, el primer brasileño ejecutado en el exterior, fue fusilado «a las 15.31 hora de Brasilia» (14.31 de la Argentina), tras haber pasado poco más de once años en prisión.

Rousseff reiteró en la nota que «sin desconocer la gravedad de los crímenes que llevaron a la condena de Archer y respetando la soberanía y el sistema jurídico indonesio», conversó por teléfono el viernes con el primer ministro de Indonesia, Joko Widodo, para pedir clemencia.

La presidenta «lamenta profundamente que ese postrero pedido, que siguió a tantos otros hechos en los últimos años, no haya encontrado acogida por parte del jefe de Estado de Indonesia», apuntó la nota publicada también en la cuenta de Facebook de la mandataria.

Según Rousseff, «la pena de muerte, que la sociedad mundial condena en forma creciente, afecta gravemente las relaciones» entre Brasil e Indonesia. En la nota, la mandataria dirige «una palabra de pesar a la familia enlutada» y concluye informando de que el embajador de Brasil en Jakarta ha sido «llamado a Brasilia para consultas».

Unas imágenes de la televisión indonesia, reproducidas este sábado en Brasil, mostraron a algunos familiares de Archer cuando ingresaban al presidio para una última visita. Según la prensa local brasileña, entre las cosas que le llevaron había un plato de bacalao portugués, pedido junto con otros de los que fueron sus últimos deseos. También fue difundido un video grabado esta misma semana por el propio Archer en la prisión. «Es un momento muy difícil para mí. Estoy sufriendo. Sé que me equivoqué y cometí un error gravísimo, pero creo que merezco otra oportunidad», pues «todo el mundo se equivoca», dice el brasileño. También pide «perdón» y expresa su deseo de poder «mostrarle a los jóvenes que las drogas sólo llevan a la prisión o la muerte».

En sus últimas palabras, confiesa sus sentimientos frente al inminente cumplimiento de la pena: «Me pondrán una venda en los ojos y me ejecutarán a tiros. Pero tengo esperanza. Mi vida no puede acabar de esa manera, tan dramática».

Fuente: Minuto Uno



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