Fuera de control: 207 mil inmigrantes intentaron cruzar el Mediterráneo en 2014

La cifra de personas que quieren desesperadamente cruzar a Europa desde África y Medio Oriente triplica el récord de 2011, durante el auge de la "primavera árabe"



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La cifra de personas que quieren desesperadamente cruzar a Europa desde África y Medio Oriente triplica el récord de 2011, durante el auge de la «primavera árabe»




GINEBRA.- Las guerras, los desastres naturales y la miseria les quitaron todos los miedos a los inmigrantes de África y de Medio Oriente, que este año se lanzaron en una cifra récord de 207.000 a intentar el cruce del Mar Mediterráneo con destino a las soñadas costas europeas.

Según un informe de la ONU difundido hoy en Ginebra, en total sumaron 348.000 las personas que trataron de cruzar distintos mares a lo largo y ancho del globo en busca de una vida mejor en los últimos once meses.

Los que se animaron a la travesía mediterránea representan el triple del récord alcanzado en 2011, cuando 70.000 personas partieron de las costas del norte de África -coincidiendo con el caos provocado por el estallido de la guerra civil en Libia- hacia Europa, sobre todo Italia.

Las víctimas mortales de esta tragedia también se acumulan en la ruta del Mediterráneo, con 3419 fallecidos, del total de 4272 muertos reportados en estas circunstancias a nivel mundial.

FLUJO HUMANO

En 2014, por primera vez, sirios y eritreos fueron el mayor componente de este flujo humano al representar el 50% del total, precisó la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), organismo que presta ayuda a quienes abandonaron sus hogares para escapar a la violencia o porque fueron víctimas de desastres naturales.

Estas cifras fueron anunciadas en el primer día de una reunión internacional convocada en Ginebra por el Acnur sobre la manera en que los países deberían responder al creciente número de personas que realizan arriesgados viajes para llegar a lugares que consideran seguros.

El alto comisionado para los refugiados, Antonio Guterres, lamentó que esa respuesta sea cada vez más «mantener afuera a los extranjeros, en lugar de apoyar el asilo». «Esto es un error y la mala reacción en una era en la cual un número récord de personas están huyendo de guerras».

«La falta de interés que vemos en muchos países frente al sufrimiento y a la explotación de estas personas desesperadas es profundamente chocante», dijo el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, al inaugurar la conferencia en Ginebra. «Los países ricos no pueden convertirse en guetos, mientras sus pueblos cierran los ojos para no ver las manchas de sangre que marcan estas rutas», advirtió.

Los países que más se están viendo afectadas por esta oleada de refugiados en el Mediterráneo son Italia, Malta y España. En Italia, la agencia de protección de fronteras de la UE, Frontex, emprendió en noviembre la misión Triton, un programa para rescatar refugiados que sustituye a la misión italiana Mare Nostrum.

CRÍTICAS

Las organizaciones de derechos humanos criticaron que la misión europea esté centrada sobre todo en salvaguardar las fronteras y no en rescatar a las personas que precisan ayuda. Ante la falta de reacción de los gobiernos, han surgido iniciativas particulares para paliar de alguna manera la catástrofe cotidiana de atravesar las embravecidas aguas del mar, o cuando menos para poner el hombro ante el desastre y sentar el ejemplo solidario.

Pero las muertes se cuentan a diario. Hace unos días, murieron 17 refugiados en el Mediterráneo. El martes, según medios italianos, fueron rescatados cerca de 400 refugiados frente a la costa siciliana. El barco llevaba varios días de viaje y a bordo había 70 niños.

El Mediterráneo no es, sin embargo, la única ruta que toman los desesperados para pedir asilo o buscar un mejor destino en países más confiables. Más de 82.000 personas cruzaron el Golfo de Aden y el Mar Rojo, desde la región del Cuerno de África, una de las más pobres del mundo, hacia los ricos países del Golfo Pérsico. En este intento 242 personas perdieron la vida.

La situación se repite en el sudeste de Asia, donde 54.000 personas se arrojaron al Océano Indico, la mayoría procedentes de Bangladesh y Birmania, para intentar llegar a Tailandia, Malasia o Indonesia, una travesía en la que murieron 540.

También en el continente americano esta situación se produce, aunque a una escala menor que entre África y Oriente Medio, entre el norte de África y la Unión Europea y que en Asia.El Acnur señaló que se tiene constancia de que al menos 4775 personas subieron a botes para lanzarse al Caribe entre el 1 de enero y el 1 de diciembre, de los que 71 murieron.

Fuente: La Nacion

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