Vía libre en Israel a una ley que refuerza el carácter judío del Estado

La aprobó el gobierno y ahora pasa al Parlamento.  Define al país como “Estado nacional del pueblo judío” en vez del actual “Estado judío y democrático”.  Sus críticos afirman que discrimina a las minorías árabes.



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La aprobó el gobierno y ahora pasa al Parlamento.  Define al país como “Estado nacional del pueblo judío” en vez del actual “Estado judío y democrático”.  Sus críticos afirman que discrimina a las minorías árabes.




El gobierno israelí aprobó ayer un controvertido proyecto de ley destinado a reforzar el carácter judío del Estado en detrimento de su carácter democrático, según sus detractores. Los críticos ven en la norma una institucionalización de las discriminaciones que amenaza los derechos de las minorías árabes, que conforman casi un cuarto de la población.

La ley modifica la definición de Israel como Estado “judío y democrático” por “Estado nacional del pueblo judío”, aunque se espera que sea enmendada y atenuada tras su paso por el Parlamento. Alimentando su faz polémica, la medida llega en un momento de creciente tensión entre árabes y palestinos y sus críticos temen que pueda avivar la violencia en la región. 

Más allá de la letra, el espíritu de esta norma se inscribe, según algunos expertos, en la creciente línea dura del discurso del premier israelí, Benjamin Netanyahu, con vistas a un posible adelanto electoral en 2015. Según esa tesis, con este tipo de gestos estaría haciendo un guiño a los miembros más conservadores de su coalición.

El Parlamento israelí deberá ahora pronunciarse sobre el texto, aprobado por el Consejo de Ministros con 14 votos a favor y 7 en contra al término de una agitada reunión. Los diputados y los ministros de centro e izquierda –con los ministros de Justicia, Tzipi Livni, y el de Finanzas, Yair Lapid, al frente– lo criticaron con dureza.

El fiscal general Yehuda Weinstein, consejero jurídico del gobierno, criticó la norma con el argumento de que debilita el carácter democrático de Israel. “La ley introduce un cambio tangible en los principios básicos de la ley constitucional que quedaron fijados en la declaración de independencia (de 1948) y en las leyes básicas del Parlamento, y tiene la capacidad de trivializar el carácter democrático del Estado”, advirtió Weinstein.

“Con esta norma, Israel pretende ratificar la inscripción del racismo, ya presente en la calle, en la ley y en el corazón del sistema político”, denunció Majd Kayal, de Adalaf, el centro jurídico de defensa de los derechos de la minoría árabe.

Frente a las críticas, Netanyahu defendió su proyecto: “Es esencial para afianzar el carácter de Israel como Estado del pueblo judío frente a los retos que se nos plantean desde la comunidad internacional y a nivel interno, que ponen en tela de juicio este hecho”, argumentó.

Los árabes israelíes, descendientes de los palestinos que se quedaron en su tierra tras la creación de Israel en 1948 y que suponen poco más del 20% de la población, denuncian que son tratados como ciudadanos de segunda por el Estado israelí, y vistos como un “enemigo interno” en el actual contexto de tensión. Por ejemplo, los árabes israelíes aluden a gestos como la amenaza reciente de Netanyahu de retirarles la nacionalidad.

 Desde hace semanas, en Jerusalén Este, la parte palestina ocupada y anexionada por Israel, y en la Cisjordania ocupada, se viven duros enfrentamientos entre palestinos e israelíes. También se produjeron varios atentados, como el del viernes pasado cuando dos palestinos mataron a cinco israelíes en una sinagoga en Jerusalén.

En medio de la escalada de violencia, que hace temer el inicio de una tercera intifada palestina, la muerte de un árabe israelí abatido por la policía encendió aún más los ánimos en las ciudades árabes del norte de Israel. La justicia israelí anunció que un policía sospechoso de haber abatido a un joven palestino en mayo durante una manifestación en Cisjordania será juzgado por “homicidio involuntario”. Pero cada día, nuevos episodios de violencia contribuyen a avivar la tensión entre ambas comunidades.

En la Franja de Gaza, el ejército israelí mató ayer a un palestino, el primero desde la tregua firmada hace tres meses, mientras que una casa de un pueblo palestino cerca de Ramala fue incendiada por colonos israelíes en la madrugada del sábado, un nuevo acto dentro de la campaña “El precio a pagar”, dirigida por ultranacionalistas hebreos.

Ante esta situación muchos analistas se preguntan por qué forzar esta polémica norma en un momento tan delicado. La primera razón, conjeturan, es para poner obstáculos al proceso de paz. La segunda, por cálculos electoralistas ante las primarias que celebrará el Likud y la cada vez más verosímil posibilidad de que se rompa la coalición de gobierno y se convoquen nuevas elecciones.

Fuente: Clarin.com

Publicado en: Mundo   Etiquetas: , , , , ,


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