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En medio de las celebraciones por los 25 años de la caída del comunismo en la República Checa el presidente actual sufrió duras acusaciones y protestas.

Las imágenes difundidas por la televisión local muestran el momento justo en que el mandatario Milos Zeman recibe acusaciones y pedidos de renuncia, mientras le arrojan tomates y huevos.

No estaba solo Zeman, sino que era acompañado por presidentes de Alemania, Hungría, Polonia y Eslovaquia, por lo que el hecho tomó aún mayor trascendencia. En aquél mismo lugar, en la universidad de Praga, había comenzado la protesta estudiantil que acabaría con la Revolución de Terciopelo.

La protección del presidente mediante el uso de paraguas solo acrecentó la escena. Aún así, el presidente alemán, Joachim Gauck, recibió un huevazo.

Zeman no se quedó callado y les respondió que no temía a las masas que lo abucheaban. Los críticos lo acusan de traicionar el compromiso con los derechos humanos, que sí tuviera Vaclav Havel, héroe de la Revolución de Terciopelo en la Checoslovaquia de los 90.

La conmemoración de la Revolución de Terciopelo es una semana más tarde que la de la caída del Muro de Berlín. El histórico movimiento ocurrió con la sacudida estudiantil del 17 de noviembre de 1989 en la capital checa, Praga.

De aquellas protestas emergería el líder opositor -demócrata- Havel, que solo un mes y medio más tarde era erigido como presidente del régimen pos comunista.

Fuente: Minuto Uno