Yacyretá: peleas, lobby y millones en la principal obra pública del año

Se ha convertido en una disputa local y extranjera, para ver finalmente quién logra quedarse con el megatrabajo de equipamiento electromecánico.



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Es una de las principales obras públicas de 2019. También, la que más tensión y presión está generando entre los oferentes. Así las cosas, la extensión de la represa hidroeléctrica binacional Yacyretá, en el brazo Aña Cuá, se ha convertido en una pelea local y extranjera, para ver finalmente quién logra quedarse con el megatrabajo de equipamiento electromecánico, el cual permitirá aumentar la generación eléctrica anual.

De un lado, están los «locales»: el consorcio argentino-paraguayo Araverá, formado principalmente por la reestructurada firma mendocina Impsa, que busca despegarse del escándalo de los cuadernos , y con participación de la empresa paraguaya CIE y la constructora asiática Power China. La firma que fue de Enrique Pescarmona es ahora una sociedad donde la mayoría la tiene un consorcio liderado por el Banco Nación, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y un grupo de inversores chilenos. El empresario argentino conserva un 30% de las acciones. Del otro lado de la licitación están los extranjeros: el consorcio alemán Voith Hydro, el cual cuenta además con el respaldo de la canciller Ángela Merkel. Afuera de la competencia había quedado previamente, por incompatibilidades e irregularidades en el proceso, la empresa china Gezhouba.

La puja entre los consorcios comenzó a darse días atrás, a comienzos de febrero, luego de que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) abriera los sobres con las propuestas económicas. Así, desde ese momento, la firma alemana empezó a correr con ventaja: hizo una oferta de US$99.689.577, por lo que resultó ganadora en este punto. Por su parte, la propuesta de Araverá, se ubicó en US$116.379.881, aunque lleva la delantera en la oferta técnica.

De acuerdo con estimaciones de la EBY, se esperaba que la oferta económica rondara los 170 millones de dólares. Sin embargo, la extranjera presentó una propuesta 40% menor a la prevista.

El proyecto en cuestión supone la instalación de tres turbinas que le darán un incremento de 9% a la generación energética media anual, lo que equivale al consumo de 700.000 viviendas y evitaría la emisión de más de 1.000.000 de toneladas de dióxido de carbono. Desde ambos lados, consideran que se trata de «la obra pública del año», ya que se calculan 500 millones de dólares para los próximos cuatro años. Según explicaron fuentes del sector, esto supone las obras civiles sobre el vertedero del brazo Aña Cuá y la instalación de las tres turbinas tipo Kaplan, que sumarán 276 MW de potencia a la central, generadores y equipos auxiliares para la producción de energía con agua que «hoy se derrama». Asimismo, destacan que se generarán unos 3.000 puestos de trabajo y que el aumento de la capacidad energética permitiría abaratar las tarifas de electricidad.

«La propuesta Araverá es superadora porque tiene maquinas con un diseño y tecnología que permitirá generar mas energía, y por ende más ingresos para la EBY. Además, la oferta se hizo en abril del 2018, que contempla una gran parte en pesos y en guaraníes, por lo que no se pensaba en la devaluación que vino luego. En definitiva, nuestros costos ahora están unos 20 millones de dólares por debajo de la competidora», indicaron a LA NACION fuentes de la compañía mendocina, quienes se encargan de dejar en claro que la causa de los sobornos quedó circunscripta a su ex presidente Enrique Pescarmona.
Tras el reordenamiento de una millonaria deuda, la firma quedó, con nueva cúpula, en manos de sus principales acreedores. Ahora, la familia Pescarmona tiene el 30% del paquete accionario. Asimismo, desde la empresa indicaron que de acomodar hoy el presupuesto inicial no influiría la inflación ni saldría más cara. «Eso no ocurre con buenas administraciones. Hoy estamos terminando la provisión de dos turbinas de reemplazo de Yacyretá y no ha habido adicional. Impsa proveyó los generadores de vapor para la extensión de vida de Embalse y tampoco y así hay muchos proyectos», explican en la firma, destacando el «contenido local», ya que fabrican el 70% en Argentina y Paraguay.

Asimismo, en el medio hay otro argumento, que ponen sobre la mesa los «locales»: las oportunidades para obras similares que dan otros gobiernos, como Brasil, a los capitales regionales y en moneda nacional. «En la mayoría de los países del mundo se busca que los proyectos sean en moneda local. De otra forma dependen de las políticas económicas de otros países. Lo que se hace en todos los países es comparar los precios a pocos días antes de la apertura del sobre comercial. Pero, aquí pasaron nueve meses», se quejaron en el consorcio Araverá.

En tanto, en diálogo con LA NACION, desde la empresa alemana salieron a dar su visión sobre este punto y fueron críticos con sus oponentes. «Para nosotros, Pescarmona, que es parte de la causa de los cuadernos, sigue influyendo en la compañía. Todo su managment sigue teniendo incidencia en las decisiones, a pesar de que los capitalistas sean ahora el mismo Gobierno, a través del Banco Nación», señalaron altas fuentes de la empresa alemana. «Lo de la mano de obra local y lo del precio son mentiras. La diferencia entre ambas ofertas es significativa. Y es absurdo que no vayamos a emplear manos de obra local. No van a venir alemanes a trabajar en Paraguay y en Argentina. Empresas locales de ambos países serán subcontratistas, ya hay documentos de entendimiento firmados al respecto», comentaron desde Voith Hydro.

Además, cuestionan el estado patrimonial de la firma mendocina ya que tuvo que acudir a Power China, y ponen en dudas que la compañía asiática sea solidariamente responsable. «A veces se gana y a veces se pierde. Esta vez les tocó perder», agregaron los teutones.

Sin embargo, desde Impsa indicaron que la firma alemana se presentó como Voith Brasil con un patrimonio neto de US$20 millones, mientras que la empresa mendocina tiene US$80 millones de patrimonio neto más el de sus socios, que llega a los US$12.000 millones.

Por eso, en medio de esta pelea de intereses, habrá que esperar la decisión que tome en los próximos días la EBY, teniendo en cuenta cuál propuesta es económicamente más conveniente, para proceder a verificar el modelo hidráulico en los próximos meses, y poder finalmente adjudicar las tareas.

«Una gestión transparente es un objetivo permanente para fortalecer Yacyretá. Los procesos licitatorios que estamos llevando adelante son cristalinos y con etapas que se suceden a la vista de todos para transmitir la máxima confiabilidad», fueron las palabras de Martín Goerling, director ejecutivo de la EBY el 30 de enero, cuando se abrieron las ofertas económicas de la licitación que por estas horas desvela a ambos consorcios en pugna.

El Complejo Hidroeléctrico Yacyretá se desarrolla en el límite de Argentina y Paraguay. La Central Hidroeléctrica, así como el vertedero principal y la esclusa de navegación, se emplazan en el brazo principal del río Paraná.

Fuente:

La Nación



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