Violación en manada de Florencio Varela: prisión preventiva para el último acusado por el ataque sexual a una menor

Nehemías Fernández estuvo un mes y medio prófugo tras el ataque a una chica de 17 años en el barrio Santa Rosa de Florencio Varela. El estudio de ADN que puede sellar su suerte



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El chico de 21 años había sido el último en caer. Se profugó automáticamente luego de los primeros allanamientos de la Policía Bonaerense en el barrio Santa Rosa, luego de que otros nueve jóvenes y un menor cayeran tras haber sido señalados por Miki, su víctima, de apenas 17 años. En la madrugada del 30 de marzo, en una casa del Santa Rosa, once varones de la zona la sometieron y la golpearon, se turnaron para penetrarla por la fuerza. Despertó ya con luz del día, apenas con un corpiño, en un charco de agua en el piso, apestando a lavandina.

Miki ratificó su relato una y otra vez en el juzgado, ante la fiscalía, en entrevistas a medios. Le practicaron pericias, hisopados tras el ataque, le extrajeron muestras de sus orificios. Una psicóloga la contuvo. Al juez Agüero le dijo que quería aprender a bailar, que quería a ayudar a otras chicas, víctimas como ella, y que la dejaran en paz.

Nehemías, en tiempos procesales, se había entregado justo a tiempo. El 14 de mayo vencía el plazo para que Agüero defina el rumbo del caso, para que dictamine si los otros diez detenidos eran liberados o si su arresto se convertía en prisión preventiva. El juez le dio cárcel a todos. Las pruebas eran abrumadoras: los tests químicos realizados por Policía Científica a los hisopados al cuerpo de Miki constataron la presencia de semen en sus orificios. Tenía varios golpes tras el ataque. Los acusados se negaron a declarar.

Ayer por la mañana, el juez Agüero resolvió la prisión preventiva para Nehemías. Agüero no solo valoró las pruebas físicas y las consistencias del relato de Miki, que señaló a Nehemías. «Resulta claro que la víctima jamás pudo consentir los actos», apuntó el juez en su fallo, mientras relata cómo los varones del Barrio Santa Rosa aprovecharon su estado de intoxicación con una bebida que ella no pudo identificar pero que describió como «rara» para desnudarla entre todos, introducirle los dedos y violarla con sus miembros mientras le golpeaban las nalgas con la mano abierta. El dictamen del juez no habla de una participación especial de Nehemías, un rol específico: lo ubica, básicamente, como uno más en la violación grupal.

La calificación que le impuso ya de por sí le garantiza de 8 a 20 años de cárcel si es encontrado culpable por un tribunal oral criminal de la jurisdicción.

Fuente: Infobae