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«Estas cifras revelan una alarmante tendencia al incremento en la cantidad de niños altamente vulnerables que arriesgan su vida para llegar a Europa», declaró en la localidad italiana de Lampedusa, punto preferido de arribo de los migrantes, el Gerente Superior de Emergencias de Unicef, Lucio Melandri.
A diario el Papa y otras organizaciones como UNICEF luchan por el interés político de la comunidad internacional en atender a la crisis a la que afrontan los chicos al tener que abandonar sus tierras como consecuencia de los conflictos bélicos, aguardando encontrar en las costar europeas esperanza de vida.
«Los sistemas actuales no logran proteger a estos niños, que se encuentran en un ambiente completamente alejado de su experiencia. Para mantenerlos seguros se requiere una respuesta europea conjunta, porque están en movimiento», agregó Melandri desde la pequeña isla, la más próxima al África del territorio italiano.
Los principales lugares de procedencia según detalló Unicef son Eritrea, Egipto, Gambia y Nigeria. Explicaron que la principalmente los que logran llegar son adolescentes varones de entre 15 y 17 años, y en menor medida niños más pequeños y niñas.
Estas últimas, las niñas, de acuerdo al comunicado de la organización internacional corren un riesgo especial, se encuentran amenazadas por la explotación y el abuso sexual, así como por la trata en manos de bandas criminales.
La Unicef entrevistó varias muchachas en Palermo, Sicilia, a lo largo del año, y descubrió que habían tenido que prostituirse en Libia para «pagar» el costo del viaje en bote a través del Mediterráneo. En ese país, sumido en el caos desde el derrocamiento de Muammar Gaddafi, los varones suelen ser obligados a ejercer trabajos manuales.
Fuente: Télam