Una actriz de Dr. House denunció a Marilyn Manson por acoso sexual y racismo

El músico fue acusado de comportarse de manera inapropiada con las mujeres del elenco de la serie



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Marilyn Manson acaba de sumarse a la lista de artistas denunciados por acoso sexual, lista que se extiende día a día desde que los movimientos #MeToo y Time’s Up motivaron a cientos de mujeres en el mundo a hablar de las situaciones de abuso de las que son o han sido víctimas en sus entornos laborales. La última en animarse a denunciar a su acosador es la actriz Charlyne Yi, de la serie Dr. House, el drama sobre hospitales que protagonizó Hugh Laurie hasta el 2012. En su cuenta de Twitter -que luego eliminó-, escribió: «[Manson] vino al set de visita porque era un gran fan del show, acosó a todas las mujeres preguntando si hacíamos ciertas posiciones sexuales y me llamó hombre chino».

«Cuando hablás de los incidentes te hacés conocida como la persona vinculada al acosador. Y ese es tu nombre desde ese momento en adelante, al punto de anular quién eres», agregó.

Hasta el momento, Manson no ha respondido a las acusaciones. Los representantes del músico le dijeron al diario inglés The Guardian que en esta oportunidad no van a comentar al respecto.

Las acusaciones de Yi se dan una semana después de que salieran varios artículos hablando sobre el mal comportamiento del cantante durante un show en Nueva York. Durante la presentación, le dio la espalda al público en varias ocasiones por períodos de hasta 10 minutos mientras demandaba que lo aplaudan. Para el final del espectáculo, aquellos que fueron a verlo comenzaron a gritar que les devolvieran el dinero de las entradas.

En el mes de noviembre, durante su primer show tras volver a los escenarios después de haberse tomado un mes de licencia porque se quebró una pierna, Manson asustó al público al simular que disparaba un rifle semiautomático contra la audiencia. En lugar de disculparse, el cantante alegó que se trataba de un acto teatral que buscaba hacer reflexionar sobre lo fácil que es acceder a las armas de ese estilo en los Estados Unidos, y cómo se normalizó el hecho de verlas continuamente.

Fuente: La Nación



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