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En el sanatorio Mater Dei siempre son muy estrictos con las medidas de seguridad, y con la preservación de la intimidad de los pacientes que atienden. Y el ingreso de Mirtha Legrand al establecimiento conllevó algunas medidas extra para salvaguardar a la diva de las miradas indiscretas.
En ese sentido, el personal de seguridad se dispuso a recorrer más frecuentemente el pasillo en el que está ubicada la habitación de La Chiqui, además de una orden que llegó de más arriba para los enfermeros: nadie puede estar con un teléfono celular en esa zona.
Y lo que quizás en algún momento parecía como una exageración, terminó resultando sumamente efectivo en la noche del jueves 16. «En horas de la noche, un extraño se presentó en el piso del Sanatorio Mater Dei en donde se repone la diva y se dirigió hacia su habitación«, aseguró Cora Debarbieri en Involucrados, el programa de América.