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La semana pasada, Z., una nena de apenas tres años, oriunda de la zona de El Jagüel, partido de Esteban Echeverría le dijo a su mamá, Romina que le dolían sus partes íntimas. «Me duele ahí», decía, mientras se señalaba la vagina.
Sus padres entraron en pánico. Llegaron a internarla en un hospital, pero los médicos no encontraron nada. Entonces decidieron contratar una psicóloga infantil. Frente a la profesional, la nena hizo dos dibujos. En el primero de ellos había una mujer a la que se le caía un árbol encima y en el segundo su mamá «mataba» a esa misma señora.
Cuando le preguntaron quién era la persona dibujada, Z. dijo con vergüenza y temor que era la «seño de música» de su jardín de infantes. Y sus padres encendieron la alarma.
Inmediatamente la información corrió en un grupo de WhatsApp y varios padres aseguraron haber notado actitudes extrañas en sus hijos que antes no habían relacionado con un posible abuso. De a poco los chicos les fueron contando de «juegos con las luces apagadas» y que la «seño» los «tocaba por abajo de la ropa».
Así comenzó la causa contra la maestra de arte del jardín de infantes 907 de El Jagüel que ya cuenta con una docena de denuncias y con padres enardecidos que anoche fueron a la casa de la maestra: la Policía Bonaerense tuvo que dispersarlos con gas lacrimógeno y balas de goma. La causa que investiga los presuntos abusos está en manos de la fiscal Verónica Pérez de la UFI Nº3 de Esteban Echeverría.
Pero la maestra no es la única separada de su cargo. En las últimas horas, el portero del 907 también fue desafectado preventivamente. Una de las nenas contó que en una oportunidad el hombre la apretó fuerte del brazo y la encerró en una sala del jardín. Aún no fue imputado pero se investiga si cometió algún tipo de abuso.
Fuente: Infobae