Temer quiere «ser recordado como quien encaminó al país tras el desastre causado por el populismo»

En una entrevista, el presidente de Brasil cargó directamente contra sus antecesores Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff. "Asumí con una recesión profunda y un desempleo monumental", dijo.



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El presidente de Brasil Michel Temer afirmó que quiere «ser recordado como quien encaminó al país tras el desastre causado por el populismo», en una entrevista en la que cargó directamente contra sus antecesores Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
En un reportaje exclusivo brindado a la agencia EFE, Temer diferenció su gestión de lo que calificó de «actos populistas, que son irresponsables porque producen un buen efecto mañana, pero un desastre pasado mañana», lo cual sostuvo que «fue lo que ocurrió en el pasado», en una clara alusión a Lula y Rousseff.
«Asumí con una recesión profunda y un desempleo monumental», dijo el mandatario, que ascendió al poder el año pasado luego de que el Congreso destituyera por un irregular manejo de los presupuestos a Rousseff, de quien él era vicepresidente.
El presidente, a quien todas las encuestas le atribuyen una tasa de aprobación que no supera el 10%, dijo que el reconocimiento de la sociedad no es ahora una meta, y que eso llegará con el tiempo si su severo plan de reformas tiene éxito y encarrila al país.
En medio de la aguda crisis generada por los continuos y graves escándalos de corrupción que sacuden a Brasil, Temer aseguró que su principal objetivo es rescatar a la economía de su país de la profunda recesión en que se sumergió hace dos años, con una receta que implica «duras», «profundas» e impopulares reformas.
Respecto a los procesos judiciales que impulsaron en el «impeachment» que acabó con el mandato de Rousseff y que continúan apuntando a su figura, con el peligro de que también Temer pueda ser destituido, el mandatario aseguró que eso «no ocurrirá» y que entregará el poder el 1 de enero de 2019 al ganador de las elecciones de octubre del año próximo.
«Voy a ser obediente de las decisiones del Poder Judicial» pero, frente a una condena, habría «recursos» y apelaciones, declaró Temer para afirmar que en el caso extremo de una casación se abriría «un largo camino procesal» durante el cual se mantendría en el cargo.
Petrobras y Odebrecht
También se refirió a la grave coyuntura política en que se adentró Brasil con el escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, que ya llevó a decenas de políticos a la cárcel y ahora amenaza a otro centenar, que incluye a ocho de sus ministros.
En lo que atañe a sus ministros y a muchos de los sospechosos de participar en esas prácticas corruptas, «hay por el momento simples sospechas, que no configuran culpabilidad y que deben ser investigadas en profundidad».
También rebatió afirmaciones de Marcelo Odebrecht, ex presidente del grupo homónimo, que en un proceso de cooperación judicial sostuvo que en Brasil «no existen» políticos que no se hayan valido de la corrupción para financiar sus campañas.
«Es una opinión de Odebrecht, que cree que todos los políticos se valen de la caja B», afirmó para confesar luego que «ellos mismos fueron promotores de eso».
En ese marco, insistió en que los tribunales deben realizar su labor con plena independencia y que su Gobierno no se paralizará por eso y que tampoco se detendrá la recuperación económica que empezó a insinuarse en los últimos meses.
«El país no puede parar por la Lava Jato (como se conoce a esas investigaciones) y debe seguir trabajando. El Ejecutivo gobernando, el Congreso legislando y el Poder Judicial en sus tareas», sostuvo.
La agenda económica
En el capítulo económico, manifestó su confianza en que su agenda de reformas atraiga una nueva ola de capitales de España, que es el segundo inversor extranjero en Brasil y a cuyo presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, recibirá el próximo lunes en Brasilia.
En este punto no dejó lugar a dudas respecto a los encuentros que tendrán lugar la próxima semana entre funcionarios de su gobierno y los representantes de unas 14 empresas españolas que llegarán a Brasil.
«El objetivo es incrementar las inversiones. ¿Por qué digo incrementarlas? Porque tenemos un plan de privatizaciones y de concesiones, hoy tenemos más de 60 sectores que se abrirán a licitaciones», afirmó.
Y anticipó que el lunes colocarán en la Bolsa de San Pablo 34 líneas de transmisión de energía eléctrica y de otros 34 sectores como puertos, aeropuertos, carreteras, que serán abiertas a concesión.
«Ya hicimos la concesión de dos aeropuertos y privatizamos una compañía de energía en el estado de Goiás. Eso es fruto de la credibilidad, de la confianza que Brasil está ganando, sea con inversiones nacionales, sea con inversiones extranjeras», enfatizó.
Según Temer, el enrarecido ambiente político del país y la crisis de corrupción no ahuyentarán a los inversores, pues estos «saben que se empezaron a adoptar las medidas necesarias» para crear un clima adecuado para los negocios.
«La mejor marca de mi Gobierno será dejar al país sobre rieles», consideró Temer, quien confesó que aspira a entregar a su sucesor un Brasil «más tranquilizado, no sólo socialmente, sino especialmente en lo relativo a las inversiones y el empleo».

Fuente: Télam



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