Simplifican y agilizan los trámites para que los venezolanos puedan radicarse en la Argentina

Los trámites de residencia de nacionales venezolanos ha ido creciendo "año tras año y de manera sostenida"



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Con la firme voluntad de ayudar al pueblo venezolano brindando una real posibilidad de acceso a la residencia», el Gobierno dispuso hoy que se simplifiquen y agilicen los trámites administrativos «con el fin de regularizar la situación migratoria» de los miles de venezolanos que llegan a la Argentina. La disposición 594/2018 de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) fue publicada hoy en el Boletín Oficial.

En la práctica, la disposición da vía libre a la DNM para que pueda flexibilizar, simplificar y eventualmente eximir de los requisitos documentales exigidos en la Ley de Migraciones y su reglamento. La DNM podrá «arbitrar medidas operativas y administrativas, previa evaluación y consideración de cada caso en particular, que permitan dar continuidad a los trámites migratorios de residencia iniciados por nacionales venezolanos cuando razones ajenas a su voluntad impidan o dificulten la obtención o el cumplimiento de presentación de recaudos documentales exigibles para la adquisición de la radicación, en la medida en que ello no redunde en un riesgo a la seguridad pública».

La DNM constató que los trámites de residencia de nacionales venezolanos ha ido creciendo «año tras año y de manera sostenida». El número registró un máximo histórico en 2017: 36.413 solicitudes. Las «extensas demoras en la presentación de la documentación», la «complicación al acceso de la documentación en la que se encuentran algunos ciudadanos venezolanos» y los «tiempos de tramitación que exceden a la voluntad del solicitante» fueron mencionados en los considerandos de la resolución.

La disposición de la DNM menciona también al papa Francisco y al documento «Los 20 puntos de acción para los Pactos Globales» del Vaticano, que insta a los Estados «a multiplicar las vías jurídicas para la migración o reubicación segura y voluntaria».

Fuente: la nación 



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