De acuerdo con lo que le indicaron fuentes del caso a Télam, se trata de un vuelo de la empresa KLM Cargo operado por Martinair Holand, que venía de San Pablo, Brasil, y que luego de la escala en Buenos Aires iba a despegar a las 15 rumbo a Amsterdam.
Con la ayuda de los perros rastreadores, los investigadores hallaron en la bodega del avión, disimulado entre los pallets, un cargamento de 82 ladrillos de cocaína por un peso aproximado de 84 kilos. Entre la carga se hallaban caballos de polo que iban a ser llevados a Países Bajos.
Por orden del juez López Biscayart, de inmediato se ordenó la aprehensión de los tres pilotos, como así también de otras cuatro personas, entre ellas personal de pista y de carga que participó en el abastecimiento del avión.
Además, de los siete detenidos, que serán indagados, quedaron aprehendidas otras personas que se hallaban en el avión y viajaban como pasajeros, aunque están siendo liberadas luego de la constatación de su domicilio.
El magistrado intenta determinar ahora si la droga venía en el avión desde Brasil o si fue cargada en Ezeiza.
Además, López Biscayart ordenó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) una serie de allanamientos en distintos domicilios de la ciudad y del Gran Buenos Aires que se estaban llevando a cabo esta misma jornada.
Fuente: Minuto Uno