La socialista se despidió de los chilenos con un mensaje en una red social en el que asegura que está «profundamente orgullosa de las transformaciones que impulsamos estos años» y está convencida de que Chile es hoy un país más «justo, equitativo y libre».
Antes de dirigirse a Valparaíso, a unos 120 km al oeste de Santiago, sede del Parlamento, para la ceremonia de traspaso, la presidenta, visiblemente emocionada, se despidió en el Palacio de la Moneda de su equipo que le brindó un cerrado aplauso, al igual que hicieron cientos de personas que aguardaban en los alrededores de la sede presidencial.
«Michelle, amiga, el pueblo está contigo», coreaban los asistentes. La despedida de Bachelet, la última jefa de Estado en ejercicio de América Latina, pone fin a una época dorada para las mujeres en la región y sella el regreso de la derecha al poder en la mayoría de los países vecinos. Nota en curso.