Carlos Orellano, de 23 años, salió de su casa a bailar el domingo a la noche y nunca regresó. Según detallaron testigos el jóven fue visto con vida la madrugada del lunes en la zona denominada La Fluvia, que lindera con el muelle número 3 del río Paraná, donde este miércoles fue hallado el cadáver.
Edgardo Orellano aseguró que su hijo fue atacado por patovicas de la disco, mientras que voceros del local bailable desconoce que haya habido algún tipo de conflicto durante la noche en que desapareció el jóven.
El fiscal de homicidios dolosos de turno de Rosario a cargo de la causa, Patricio Saldutti, dijo que aún no se puede saber cual es el estado del cuerpo ya que la autopsia se va a realizar recién la semana que viene, y anticipó que para garantizar la transparencia ambos peritos de parte participaran de la autopsia.
Por último Saldutti detalló que no se encontraron «rastros de sangre en el interior del boliche», pero sí en la parte trasera del local y que se secuestró los teléfonos de los 12 patovicas, el del dueño del local y el de los dos policías adicionales contratados por el lugar.
Desde la Multisectorial contra la Violencia Institucional de Rosario, cuyos abogados acompañan a la familia Orellano, reclamaron una investigación exhaustiva para determinar cómo murió el joven.