Restauran e iluminan las fachadas de doce edificios centenarios de la Avenida de Mayo

Entre las construcciones intervenidas están las de los ex hoteles "Metropole", "Chile", "La Fresqué" y "París", la ex "Casa América", edificios de viviendas particulares y la sede del Inadi.



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Las fachadas de una docena de edificios de más de cien años de antigüedad situados sobre la porteña Avenida de Mayo están siendo restaurados e iluminados con lámparas LED, como parte de una serie de trabajos destinados a recuperar el eje urbanístico entre la Plaza de Mayo y la Plaza del Congreso.
También se está restaurando la Pirámide de Mayo y se avanza en la recuperación de la Plaza del Congreso, a la que se le sumarán más metros de espacios verdes, nuevo mobiliario y senderos internos.
“Con estas obras buscamos recuperar el espíritu y el esplendor de la zona. A través de estas intervenciones vamos a devolverle la impronta y jerarquía a este tradicional paseo porteño”, afirmó el ministro de Ambiente y Espacio Público de la ciudad de Buenos Aires, Eduardo Macchiavelli.
Entre las construcciones intervenidas sobre la Avenida de Mayo están las de los ex hoteles «Metropole» y «París», así como la ex «Casa América» -histórico local de compra de instrumentos musicales que cerró sus puertas en la década del 90-, otros hoteles como el «Chile» y el «La Fresqué», edificios de viviendas particulares y la sede del Inadi.
La mayoría de estas edificaciones se destacan por sus tratamientos ornamentales en muros, cúpulas, almohadillados y otros elementos propios de la arquitectura art nouveau, neoclásica y ecléctica.
Ya hay 14 edificios, también situados sobre la Avenida, cuya intervención lumínica fue completada. A todos se les colocaron proyectores LED y bañadores de alta potencia, aptos para barridos de luz blanca.
Los trabajos sobre la Pirámide comenzaron en diciembre y continuarán hasta julio, cuando se le sumarán a la ya finalizada restauración las cuatro esculturas de mármol que representan a La Navegación, La Geografía, La Industria y La Astronomía que, aunque formaban parte del complejo escultórico original, habían sido removidos a la plazoleta San Francisco, en Defensa y Alsina.
En lo que respecta a la Plaza del Congreso, los trabajos apuntan a la recuperación del espacio como elemento de doble escala, barrial e institucional, ya que implica intervenciones en el entorno que convocan a reforzar el uso gastronómico y comercial, además de urbanístico y de maximización del espacio verde.
También se están interviniendo las plazas Lorea y Mariano Moreno, conjuntas a la del Congreso.
Sobre ellas se trabaja para sumar 4.100 metros cuadrados de superficie verde absorbente: en el entorno de la fuente monumental de Plaza Congreso, los canteros laterales sobre Yrigoyen y Rivadavia y 620m2 en los canteros centrales de plazas Moreno y Lorea.
Otro de los aspectos de la renovación implica la restauración de la traza original de senderos y los bordes de veredas y canteros, junto con la plantación de nuevo arbolado, la renovación de todo el mobiliario urbano, de veredas y del sistema de iluminación.
Inaugurada oficialmente el 9 de julio de 1894, la Avenida de Mayo fue planeada como parte de un proyecto para ampliar los espacios del centro porteño, conectar la Casa Rosada y el Congreso Nacional y funcionar como una vidriera del país al mundo.
Su planeamiento fue muy debatido y resistido pues requirió la expropiación y demolición de construcciones pertenecientes a la alta sociedad, además de recibir críticas por el enorme costo de la operación.
Aunque había sido pensada para emular los bulevares parisinos, la fuerte corriente inmigratoria española la dotó de carácter hispánico al poblarla de teatros, cafés, librerías y negocios.
Usualmente los comercios eran atendidos por los propios inmigrantes, lo que llevó a catalogarla como la «avenida de los españoles».
Su construcción inició el 25 de mayo de 1888 e implicó la expropiación de 13 manzanas y el derrumbe de edificios como la casa de la Policía, tres arcos del lado norte del Cabildo y el cuartel de Bomberos.
En 1997 fue declarada por decreto como Lugar Histórico Nacional, por lo que las fachadas de sus edificios no pueden ser alteradas y cualquier modificación de sus estructuras debe ser previamente aprobada por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos.

Fuente: Télam



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