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Paris Saint-Germain vivirá el partido más importante de su reciente historia con la visita del Real Madrid para disputar la vuelta de unos octavos de final de la Liga de Campeones en la que sólo una cosa es segura: un favorito quedará eliminado en la primera ronda del KO.

La presión es máxima para los dos equipos. El PSG está muy obligado por la montaña de dinero gastada en los últimos años y por el doloroso 3-1 que recibió en la ida. Por su parte, el Real Madrid es el vigente campeón y sólo le queda la Liga de Campeones para salvar la temporada después de despedirse prematuramente de la Liga española y la Copa del Rey.

Desde su derrota en Madrid, el PSG desterró cualquier argumento futbolístico para la previa y se entregó a factores eminentemente emocionales. Primero fueron las críticas arbitrales y después fueron los intentos de propiciar un ambiente terrorífico en el Parque de los Príncipes.

Por el camino quedó la lesión de Neymar, un enorme golpe para el equipo francés. Pero el Real Madrid también podrá argumentar las lesiones de Luka Modric y Toni Kroos. Sus dos futbolistas más ingeniosos del centro del campo están entre algodones. No son lesionados menores, ni mucho menos.

Ambos jugadores viajaron a París después de recuperarse contrarreloj, aunque lo más probable es que no actúen de inicio. Pero todo dependerá de cómo les vea Zinedine Zidane, su técnico, en las horas previas al choque.

La otra duda del conjunto blanco es comprobar si su entrenador apuesta por la llamada “BBC” -la delantera formada por Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo- o si vuelve a dejar al galés en el banquillo, como hizo en la ida.

Son muchas opciones y en la recámara permanecen futbolistas como Mateo Kovacic, Isco, Lucas Vázquez o Marco Asensio, todos ellos con opciones de jugar dependiendo de a quién recupere Zidane y cómo elija jugar.

El PSG sabe que sólo le vale atacar y ser certero. Su técnico, Unai Emery, apeló a los sentimientos antes que al fútbol al manifestar hoy: “Es muy importante jugar con la cabeza, pero mañana lo más importante es el corazón”.

“El estadio va a poner todo el ambiente y vamos a sentir desde el primer momento que somos doce en el campo”, agregó.

Lo más probable es que la baja de Neymar dé la oportunidad al argentino Ángel Di María, antiguo jugador del RealMadrid y muy motivado ante su ex equipo. Por delante tendría a Kylian MBappé y Edinson Cavani.

Además, Emery recuperó para el choque al mediocentro Thiago Motta, quien se perdió la ida por lesión, y todo apunta a que será titular para intentar dar a su equipo ese equilibrio que le faltó en el encuentro de ida.

Hace semanas que las entradas quedaron agotadas para presenciar el desenlace de la eliminatoria estelar de los octavos de final de la máxima competición continental. Sólo puede quedar uno en pie y el perdedor saldrá del Parque de los Príncipes seriamente dañado.

Fuente: Perfil