Racing ganaba 2-0, pero no supo mantener la ventaja y Atlético Tucumán se lo empató en el final

Como cierre de una primera fecha discreta de la Superliga llegó un partidazo en Tucumán. El primer tiempo fue todo de Racing, que se fue al descanso en ventaja 2 a 0 y era superior al rival. Pero Atlético Tucumán se encontró con el descuento que le dio vida y fue a buscar su premio, que llegó a cinco […]



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Como cierre de una primera fecha discreta de la Superliga llegó un partidazo en Tucumán. El primer tiempo fue todo de Racing, que se fue al descanso en ventaja 2 a 0 y era superior al rival. Pero Atlético Tucumán se encontró con el descuento que le dio vida y fue a buscar su premio, que llegó a cinco minutos del final. Fue empate 2 a 2 porque en la última jugada Leandro Díaz falló en el área chica lo que hubiera significado una remontada histórica.

Más allá de la fórmula tradicional, sí mostró algunas novedades que tuvieron una buena adaptación. La primera fue el debut del chileno Eugenio Mena en el lateral izquierdo. El hombre de la selección tuvo una sobria presentación y demostró por qué Racing pasó casi un mes esperando para destrabar su salida del Bahía, de Brasil. La otra sorpresa pasó por la disposición del medio campo. Acaso obligado por la ausencia de Ricardo Centurión (fatiga muscular en el isquitobial izquierdo), Coudet armó un diamante en la mitad de la cancha, con Nery Domínguez y Matías Zaracho como vértices y Agusto Solari y Neri Cardozo a los costados. La presencia de Zaracho en ese sector hizo que la Academia fuera más vertical por momentos.

Al igual que la Superliga pasada, la aventura de la Academia arrancó con un gol de su capitán. Licha espera que esta temporada sea distinta. A los 35 años, hizo una muy buena pretemporada sin lesiones ni descansos ni tratos especiales. El anhelo de López es por fin lograr ser campeón con el club del que es símbolo. Lisandro ya había mostrado en los amistosos de preparación que estaba fino con el arco. Racing necesitará que el capitán vuelva a cumplir con la función de goleador. En Tucumán, no contó 29 de los 43 goles que marcó el semestre pasado. Es que no estuvieron de entrada ni Lautaro Martínez (aportó 14 gritos, transferido al Inter), ni Ricardo Centurión (fatiga muscular, anotó nueve) ni Alejandro Donatti (distensión muscular, aportó seis tantos). Por eso necesitaba de Licha.

Y también, claro, de Bou. La Pantera volvió a Avellaneda con un doble objetivo muy complicado: estar a la altura del recuerdo que dejó (45 goles en 100 partidos) y, además, que no se note la ausencia de Lautaro. Así de alta esta la vara para un futbolista que ante River y ante Atlético no mostró su mejor versión pero al menos logró sumar un gol en su cuenta personal. Se sabe: el entrerriano vive de rachas y habrá que ver si este primer grito sirve para su confianza, aunque en el segundo tiempo le perdonó la vida un par de veces al Decano. Y lo terminó pagando caro.

A falta de 23 minutos, Atlético Tucumán llegó al descuento. Guillermo Acosta remató y tras un desvío en Renzo Saravia que descolocó al arquero Gabriel Arias llegó el 1-2. Zielinski mandó a la cancha a Mauro Matos y llenó de centros el área de Racing. El partido quedó abierto. Y el visitante se replegó, ya desdibujado aquel espíritu inicial.



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