No Banner to display
A la hora de preparar la mesa para un té o servir un café en casa se pone el azucarero en el centro de la mesa. Más opciones aparecen con edulcorantes o sacarinas para acompañar la propuesta de agregar dulce a las infusiones. Pero la miel también juega un rol importante a la hora de endulzar.
La Semana de la Dulzura se celebra habitualmente la primera semana de julio. Y este año abre el debate se abrió: ¿qué es más dulce, la miel o el azúcar? La miel es un producto que ha utilizado el ser humano desde sus orígenes; forma parte de la dieta mediterránea desde la época de los egipcios cuando hacían sus expediciones y conservaban la carne en barriles llenos de miel.
Su uso está muy bien relatado en los papiros encontrados en las pirámides: empleaban la miel, entre otras cosas, para uso cosmético en el tratamiento de llagas, cortes, quemaduras, y como alimento fortificante. También, fabricaban cerveza a partir de la miel fermentada y hasta el siglo XVI, que apareció el azúcar de caña, fue el único edulcorante conocido.
La miel se puede encontrar en diferentes estados físicos, aromas y sabores, una amplia gama de colores y tonalidades. Oscilan entre el blanco casi transparente, hasta las oscuras casi negras, la mayor parte presenta tonalidades ámbar, existiendo mieles rojizas, grisáceas y verdosas. El color oscuro no significa que sea de inferior calidad; por el contrario, se sabe que cuanto más oscura es la miel más rica es en fosfato de calcio y en hierro. La miel de color claro es más rica en vitamina A. Las oscuras son más ricas en vitaminas B y C.
Fuente: Infobae