Piden que Lagomarsino no pueda salir del país

Lo solicitó una de las querellas de la causa por la muerte del fiscal. El técnico informático sería el que le entregó el arma con la que habría muerto.



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La madre y la hermana del fallecido fiscal Alberto Nisman, querellas de la causa que investigan su muerte, solicitaron la prohibición de salida del país del ingeniero informático Diego Lagomarsino, imputado por entregar el arma calibre 22 de la que salió el disparo que terminó con la vida Nisman.

El pedido lo hicieron Sara Garfunkel y Sandra Arrollo Salgado, ante el fiscal Eduardo Taiano, que tiene junto al juez Julián Ercolini la investigación del caso.

El técnico alegó que el fiscal le había pedido la pistola un día antes de su muerte porque temía por la seguridad de sus hijas. La familia de Nisman, sin embargo, lo considera el principal sospechoso.

Este pedido se suma en un contexto en el que un peritaje de la Gendarmería Nacional apuntó la causa hacia un hipotético homicidio, a diferencia de los primeros peritajes realizados por el Cuerpo Médico Forense, que descartaban la posibilidad de que hubiera terceros en la escena donde se encontró al fiscal, en el baño de su departamento de las torres Le Parc, en Puerto Madero, el 18 de enero de 2015.

Diferentes visiones de una misma autopsia.

El informe de la Gendarmería determinó que a Nisman lo debilitaron con la ketamina, lo agarraron del pelo, le pusieron el arma en la cabeza y le dispararon. Pero el del Cuerpo Médico Forense (CMF) es completamente diferente y determina que se trató de un suicidio ya que no hubo otras personas en el momento de la muerte del fiscal. Incluso, hay testimonios del CMF que argumentaron conclusiones con errores de «inexperiencia» en el peritaje de las fuerzas de seguridad.

En declaraciones a Página 12, cuatro expertos y allegados al CMF que conocen en detalle la causa, describieron presuntos errores de la Gendarmería: «Se confunde un derrame biliar con un golpe en el hígado, hay una lesión post-mortem que proviene de los propios dientes de Nisman y que la informan como un golpe debajo del labio. Y, «el colmo, señalan una fractura de nariz cuando no hay ni un hematoma. ¿Usted vio cómo le queda morada la nariz cuando recibe un tremendo golpe ahí? Lo concreto es que confundieron una radiografía en la que se seccionó un poco oblicua la nariz con una fractura».

«El pool de vísceras (muestras de distintos órganos), no se pasó por uno sino por dos cromatógrafos y la ketamina hubiera sido detectada porque es fácil de detectar. El cromatógrafo de la Gendarmería seguramente está contaminado. Fíjese que no encontraron ketamina ni en la orina, ni en la sangre, ni en el humor vítreo, ni metabolizada. Un disparate. Y encima de ahí sacaron la conclusión de que lo durmieron con ketamina, pese a que apenas se encontraron trazas. La ketamina es lo último que se hubiera usado para dormir a alguien. Encima se hubiera tenido que administrar con una inyección y Nisman no tenía rastros de haber sido inyectado», concluyeron.

Fuente: Perfil
Foto: Télam



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