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«Se trata de reuniones individuales. No se comparte la información con competidores. Vi mucho respeto por los consumidores», describió Blanco Muiño. «Tienen medido el impacto y son conscientes de que no hay margen para aumentar los precios. Algunos lo ven cómo una posibilidad y no van a aumentar y otros están viendo cómo hacerlo. Cabe aclarar que cualquiera sea el aumento no es lineal», añadió el funcionario.
En tanto, consultado por LA NACION acerca de si se iba a hacer algo en los casos en que ya hubo aumentos, García Hamilton, dijo que «aún no hubo pasaje a precios».
Sobre el caso puntual de la harina, García Hamilton dijo que el jueves tendrán una conclusión del tema, una vez terminadas las reuniones, porque tiene que ver con el proceso productivo, mientras que Blanco Muiño apuntó que el aumento tiene que ver con el contexto internacional.
«La sequía en los Estados Unidos afectó al trigo y la Argentina tiene un fuerte comprador en Brasil con lo cual los productores están atentos y esto puede hacer que el insumo trigo aumente y se traslade a derivados. Hay que ser prudentes y no avalar cualquier precio. En el mercado, como en otros productos, hay una gran dispersión. Un kilo de harina puede salir $10, $15 o $20. Hay que buscar precios en segundas o terceras marcas», señaló.